Desde hace 56 años don Alberto reserva el oficio de restaurar imágenes religiosas

Desde hace 56 años que don Alberto Cervera Pinelo se dedica a preservar la fe y el arte sacro, a través de la reparación de imágenes religiosas, que, si bien es un trabajo muy poco valorado, más que un oficio, es una labor que requiere de talento, creatividad, técnica y respeto hacia estas figuras.

Don Alberto relató que desde hace poco más de 5 décadas que trabaja en el mercado Lucas de Gálvez, pues desde que tenía 10 años aprendió este oficio de su abuelo, que heredaron sus papás, tíos y hermanas.

“Desde 1930 toda mi familia se dedica a la restauración de imágenes religiosas, ya que es una tradición familiar que ha pasado de generación en generación” manifestó.

Señaló que diciembre y enero es cuando más trabajo tiene, pues muchos llevan a su virgen, niño Dios, y a sus Reyes Magos para que les realice algún trabajo, ya sean de yeso, madera o de resina.

Actualmente está reparando dos imágenes de arte sacro tallados en madera, una virgen maría y San Bernardino, que fueron creadas en 1920.

El entrevistado resaltó que fuera de ser tedioso, este trabajo requiere de técnica, la cual domina a la perfección, pues él ve este oficio como una diversión.

Cervera Pinelo narró que, durante este tiempo, también ha tenido experiencias desagradables, como el haber terminado un trabajo, y por descuido romper la figura, lo que implica empezar este proceso de nueva cuenta.

El experimentado restaurador indicó que el costo de estos trabajos, va desde los 15 pesos hasta los 200 pesos, dependiendo del tamaño de la imagen.

Expuso que su trabajo es meramente intuitivo, pues a pesar de que ha leído varias técnicas, para la preservación del arte sacro, su trabajo es autodidacta, y con el paso del tiempo ha logrado adaptarse a los diferentes materiales de estas imágenes, ya sean de fibra, resina, e incluso plomo.

“No tiene ninguna ciencia repararlas, solo basta ver el tipo de material, sin embargo, se requiere de conocimiento, que solo se adquiere realizando este oficio” subrayó.

Comentó que debido a la pandemia la actividad bajo, más del 50 %, pues antes acudían de 10 a 13 personas al día a llevar sus figuras, y actualmente apenas acuden de 2 a 3, lo que le ha permitido poder subsistir.

“Muchos se quedaron sin trabajo, y algunos permanecen en su casa en confinamiento, por lo que la afluencia ha disminuido considerablemente en este mercado, lo que afecta a los locatarios que laboramos en este centro de abastos” aseveró.

Don Alberto se ubica en el departamento 198 del mercado Lucas de Gálvez enfrente del área de chicharroneros, de lunes a domingo de 8 de la mañana a 5 de la tarde.

Texto y foto: Georgina Bacelis.

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