Desde las pinturas rupestres hasta la psicología del amarillo

Imagina lo siguiente: Un día cualquiera sales a caminar por el parque y a tu paso ves el verde brillante del césped, los sutiles tonos amarillos y verdes en las hojas de los árboles y los reconfortantes matices de café en sus troncos y ramas.

Cansado de caminar te recuestas en el suelo y ves el blanco de las algodonadas nubes y el azul del cielo, dejas que el tiempo pase y al ocaso ves el juego entre el rosa, el rojo y el amarillo. ¿Verdad que suena como un buen día? Pues mucho de lo bueno que pudo tener la experiencia vino a través de los colores.

Y es que los colores siempre han estado con nosotros, incluso antes de que nosotros estuviéramos aquí. Primero la nada y después el color, pero no nos crean mucho, esas son nuestras conjeturas. La cuestión es que a pesar de que los colores han estado presentes desde los orígenes del universo, nuestra compresión sobre ellos no siempre ha sido la misma.

Al hablar de la historia del color nos referimos a la evolución de su concepto y nuestra relación con las nuevas definiciones.

El color es como un ente mágico que puede provocar cambios en nuestro estado anímico, a lo largo del tiempo también hemos dado a los colores género y muchas veces utilidad para diferenciar lo bueno de lo malo y lo prohibido de lo correcto.

Todo esto resulta increíble cuando nos enteramos de que el color no existe más allá de nuestra percepción visual. El color ha sido estudiado por todo tipo de personas, desde artistas, científicos y físicos, hasta filósofos. El estudio del color en diferentes ramas de aplicación dio como resultado un sinfín de conclusiones distintas que han dado como origen lo que nosotros conocemos.

Arte Rupestre: El primer acercamiento al color del que se tiene registro viene de las pinturas rupestres dentro de las cuevas, usando materiales como la resina, el carbón vegetal e incluso la sangre; sin embargo lo hacían por el mero acto de expresar sin preguntarse ¿para qué sirve?

Aristóteles y los elementos: El primer acercamiento a los colores viene de la mano de los filósofos griegos, específicamente de Aristóteles que planteaba que todos los colores provenían que cuatro primarios que eran los colores de los cuatro elementos: Tierra, agua, fuego, aire y la interacción de los mismos con la luz… y lejos no estaba de la verdad.

Da Vinci y los colores primarios: Siglos después vino el renacimiento y grandes artistas como lo fue Da Vinci, que definió al color como una parte intrínseca de la materia o será “todo tiene color” y a partir de este conocimiento desarrolló una escala de colores básicos: Primero el blanco por su capacidad de recibir cualquier otro color, después el amarillo para la tierra, verde para el agua, azul para el cielo y rojo para el fuego. Por ultimo añadió al color negro para la obscuridad que puede privarnos de ver todos los demás.

Newton y la luz: La luz es color y el color es luz. Isaac Newton dio un gran paso en la historia del color, pues estableció un principio que hasta nuestros tiempos sigue siendo aceptado: la luz es color. Descubrió la descomposición de la luz en los colores del espectro cromático. Estos colores son el azul violáceo, el azul celeste, el verde, el amarillo, el rojo anaranjado y el rojo púrpura.

En realidad Newton descubrió a través de su prisma el fenómeno de refracción que es el mismo que da origen al arcoíris.

Goethe y la psicología de los colores: El escritor alemán realizó diversos experimentos en cómo la psique humana reaccionaba a los diferentes colores, usando como herramienta un triángulo con los tres colores primarios: Rojo, amarillo y azul. Cada color se relacionó a diversas emociones y fue el pionero de lo que actualmente se conoce como psicología del color.

Después de conocer la historia de los colores, en Arte 1010 estamos más que convencidos de apostar por ellos, pues es gracias a los colores que pudimos dar rienda suelta a la imaginación, y crear grandes obras de arte, llenas de vida y de emociones humanas. Los colores en el arte son una ventana hacia una mayor comprensión del artista, de la vida y de nosotros mismos.

Texto y fotos: Cortesía

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