Día de muertas

Por Carol Santana

El pasado 3 de noviembre, se manifestaron mujeres y familiares de víctimas de feminicidios en la Ciudad de México.

La manifestación fue para exigir al gobierno y a las autoridades correspondientes que se tomen en serio la violencia de género que todos los días asesina a 11 mujeres en promedio.

El Día de Muertas fue como Frida Guerrera, activista feminista bautizó a este movimiento -que lleva aproximadamente dos años- tratando de visibilizar a las mujeres que han sido asesinadas, las cuales como sus consignas lo indican no murieron de la nada, tienen nombre y rostro aunque gracias a la creciente violencia que vivimos en el país las confundan con estadísticas.

El objetivo del Día de Muertas no es de celebrar, es de exigir justicia no sólo por las mujeres que fueron asesinadas sino también por todas las familias que perdieron una hija, hermana, mamá, sobrina, tía o prima.

Si bien el Día de Muertas no busca ser una tradición, las cifras por feminicidios van aumentando con el paso del tiempo, pasando de 7 a 9 u 11 mujeres asesinadas a diario. Sí, asesinadas, no muertas.

Es importante hacer esta aclaración porque la sociedad -y algunos medios- todavía se empeñan a con decir que las mujeres aparecen muertas cuando en realidad estas son víctimas -en la mayoría de los casos de sus parejas o alguna persona cercana- de la violencia machista que no sólo tortura física y sexual a las mujeres sino que también puede ser de manera psicológica y económica.

Y aunque estamos hablando de México, el machismo y la violencia de género no es exclusiva de nuestro país. Tan sólo esta semana conocimos el caso de Eva, una mujer de 19 de años que fue asesinada por su ex pareja en frente de su hijo por no querer regresar con él.

De igual manera, el post de la madre de Erika Sánchez, se hizo viral en las redes. El cuerpo de Erika fue encontrado en una maleta descuartizada cerca de donde vivía en Tulum, mientras que el principal sospechoso – su ex novio- sigue prófugo.

Noticias como estas son el pan de cada día en México y si bien la delincuencia y la inseguridad nos puede llegar a todos, la saña y el odio con el que se mata y tortura mujeres no tiene comparación.

Este pasado Halloween varios chicos se disfrazaron de feministas. Con frases como Ni Una Más el objetivo del disfraz parecía ridiculizar el movimiento. Lamentablemente para ninguna de nosotras esto nos da risa o nos parece un juego, nos están matando y nadie hace nada.

 

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