En Los Ángeles, California, fueron diagnosticadas dos personas infectadas con el virus del Nilo, una del Valle de San Fernando y otro en la región sureste del condado.
También se han reportado casos en otros condados de California, como en Stanislaus, Fresno, San Bernardino e Imperial County, así lo indicó un oficial de salud del condado de Los Ángeles.
El virus se transmite en humanos por la picadura de un mosquito infectado, quien a su vez se infecta por las aves a las que pica.
Dicho virus pasa a las glándulas salivales del mosquito, en cuya sangre circula durante varios días. Posteriormente, éste lo inyecta a seres humanos y animales.
También se transmite por el contacto directo con la sangre o tejidos de algún animal infectado.
En la actualidad sólo hay vacunas contra la afección equina, pero aún no las hay para las personas, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El cuadro clínico de la enfermedad es en su mayoría asintomático; es decir, que el 80% de los pacientes no presentan síntomas. El 20% restante presenta “la fiebre del Nilo Occidental”, que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, erupción cutánea (del tronco) y agrandamiento de ganglios linfáticos.
Para la prevención de casos la OMS recomienda la concientización de los factores de riesgo, por lo que sugiere los siguientes mensajes:
Reducir el riesgo de transmisión por los mosquitos.
Éste debe centrarse inicialmente en la protección personal y comunitaria contra las picaduras de mosquitos mediante el uso de mosquiteros, repelente, uso de ropas de color claro (camisa de manga larga y pantalón) y evitar las actividades al aire libre.
Además, los programas comunitarios deben alentar a las comunidades a destruir los criaderos de mosquitos en las zonas residenciales.
Reducir el riesgo de transmisión de los animales a los seres humanos.
Por lo cual se recomienda usar guantes y otras ropas protectoras cuando se manipule con animales enfermos o sus tejidos y también durante las operaciones de matanza de animales.
Reducir el riesgo de transmisión por transfusión sanguínea o trasplante de órganos.
Las restricciones a la donación de sangre y órganos, así como las pruebas de laboratorio para el tamizaje se deben considerar cuando hay brotes epidémicos en las zonas afectadas.
Aunque las epidemias de mayor magnitud se han producido en Estados Unidos, Israel, Grecia, Rumania y Rusia, es importante tomar las medidas de precaución adecuadas, asegura la OMS.
Texto y foto: El Universal
