Chichimilá.- mauricio ariel martín flores, maestro de cuarto grado en la primaria vespertina de Chichimilá “Luis Álvarez Barret”, dijo que “corría el año 1985 cuando llegue a un punto de mi vida en el que debía tomar una decisión sobre lo que sería mi futuro y analizando mi pasado decidí ser maestro de primaria, porque sabía que de esa forma aparte de educar a la niñez yucateca, podía tener acceso a las mentes de los pequeños para cambiar sus conciencias y fomentar el amor a nuestro planeta”.
“Y es que siempre he sido un ser humano ambientalista, lo aprendí de mi padre y de mi abuelo, ellos en su sabiduría me inculcaron que debemos cuidar nuestro planeta, no romper ese equilibrio que desde hace milenios ha existido entre los humanos y la naturaleza”, añadió.
Con ese pensamiento, Martín Flores indicó que ingresó a la normal Juan de Dios Rodríguez Heredia, donde tuvo magníficos maestros que siempre dieron lo mejor de ellos. “Esa experiencia que me transmitieron fortaleció la voluntad de educar y despertar las conciencias de los que serían mis alumnos”.
Al inicio de la década de los 90´s comencé a dar mis primeras clases y todos los días les decía a mis alumnos que todos los días debemos hacer algo por ayudar a nuestro planeta, sembramos árboles, regamos plantas y sobre todo les decíamos a nuestros amigos y familiares que debíamos multiplicar las acciones en favor del medio ambiente.
Cabe resaltar que el docente dijo que “hace años veíamos películas del “Santo contra los Zombis” y pensábamos que era ficción, actualmente tenemos zombis niños y jóvenes que están inmersos con el celular que pasan delante de alguien y no dan ni el saludo, nos está ganado la tecnología mal aplicada y no solo los jóvenes, hay adultos que viven para el celular, están pendientes de todo lo que sale en las redes, por eso debemos reflexionar que debemos dejar a un lado esos aparatos y dedicarles más tiempo a nuestras familias para fortalecer ese amor familiar”.
Texto y foto: Edmundo Hernández
