Coinciden sectores empresariales, analistas e incluso los mismos ciudadanos en que la recuperación será lenta, muy lenta. Claro, ellos hablan de una recuperación económica que va a ir a paso calmado, pero qué pasará también con la vida de todos los mexicanos y yucatecos que apenas está comenzando a reactivarse después de estar tantos meses parada.
En unos pocos meses la vida de todos los mexicanos cambió radicalmente y es posible que se haya adelantado al menos unos cinco años en lo que se refiere al tema tecnológico.
El presidente del Consejo Coordinador empresarial comentó algo muy interesante: que las ventas por redes sociales se han vuelto una competencia desleal para la iniciativa privada y los comercios debidamente establecidos.
Este discurso ya nos lo sabemos. Las ventas por internet son informales, no pagan impuestos, no ofrecen seguro social a sus trabajadores, y muchas otras cosas que sí hace el comercio y las empresas debidamente establecidas.
Sin embargo, es verdad que si existe esta clase de informalidad es mucho es por culpa del sistema tributario tan agresivo que existe en nuestro país. Especialmente dañino para todas las empresas formalmente constituidas.
Es increíble que poner un negocio en este país sea un verdadero martirio y traiga más carga al ciudadano que beneficios reales, ¡es como vivir en un mundo al revés!
Por eso a nadie debería extrañarle que al mexicano promedio no le interese entrar a la formalidad.
¿Por qué debería de hacerlo cuando su propio gobierno lo persigue con pagos excesivos, le quita el 30% de su utilidad, no sabe cuál es el uso de sus impuestos y, por si fuera poco, su mismo presidente le hace la guerra a las empresas debidamente formales?
Así ¿quién querría ser formal?
