Asesino de hombres. Título fuerte, pero que nos muestra de manera cruda cuál es una de las principales causas de la muerte de varones en todo el mundo y en México no es la excepción, ya que si las mujeres tienen al cáncer de mama, los hombres también poseen su propio cáncer, el de próstata.
Un mal que se vuelve tan peligroso porque el mismo hombre que lo posee, lo ignora o lo quiere ignorar. Y es que, debido a la connotación sexual con la que se vive en nuestro país, un examen con el urólogo equivale a perder la masculinidad, siendo objeto de burlas entre los mismos compañeros.
Sin embargo, el estigma con el que se ha envuelto al examen de próstata ha traído consecuencias fatales para el hombre, ya que 70% de las personas que padecen este tipo de cáncer no sabe que lo tiene hasta que ya se encuentra en una fase avanzada y que ya es imposible remediarlo.
Acá sin duda es donde equivale hacernos una pregunta a nosotros mismos: ¿Estamos dispuestos a morir a causa de un orgullo mal entendido y absurdo? ¿Vale más un chiste de cantina que nuestra propia salud? ¿Es de hombres el dejar a una familia en la tristeza y en el desamparo, sólo por no acudir al urólogo?
No señores, nadie deja de ser un hombre por hacerse una prueba de próstata, y si así es, al final nadie más se enterará…
