La Confederación Patronal de la República Mexicana y la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados dieron sendas ruedas de prensa en las que expusieron la realidad que vive Yucatán y también plantearon propuestas para tratar de revertir la crisis económica y de empleo que existe actualmente.
El panorama más grave lo pintó la Canirac, quien informó que de esta cuarentena ya no regresarán cuatro mil restaurantes, lo que significa la pérdida de 20 mil empleos y todo un desastre para este sector que pide ahora que los dejen abrir al menos sábados y domingos.
Por su parte, la Coparmex propuso a nivel nacional una versión “mejorada” de su Salario Solidario, pero además otras dos propuestas que a todas luces se antojan muy positivas, ya que habla de un seguro de desempleo, y también un estímulo para la generación de empleo, lo cual es una de las cosas más demandadas por todo el sector económico y por los miles de mexicanos que se quedaron sin trabajo y que serán entregadas al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, acá viene justamente lo difícil, ya que con el antecedente de la relación entre el Gobierno Federal y la Coparmex, parece misión imposible que ambos lados puedan llegar a un entendimiento. Lástima, justo cuando el país necesita de buenas ideas y de voluntad para llegar a acuerdos.
