Editorial de Peninsular Punto Medio

Es un hecho que la inversión en materia de seguridad pública en los últimos años no garantiza que no sucedan actos en los que se pierda la vida de una o varias personas, pero el objetivo se cumplió: ayer los presuntos asesinos no escaparon sin ser llevados ante la justicia.

Ya quedó claro que en Yucatán el que la hace la paga, con todo y los compromisos que esa frase encierra, lo que volvió a pasar tras los hechos de sangre que se vivieron en la capital yucateca.

Con el paso de las horas, la investigación de las autoridades permitió reconstruir los hechos en los que perdió la vida un joven oficial de la Policía Estatal y una mujer, que dejó huérfana a una niña de tres años. Lo que nos debe tranquilizar porque las medidas que se han tomado para equipar a las autoridades, una vez más, ayudaron a detener a los implicados en los hechos.

La actuación de las autoridades de seguridad fue reconocida por las cámaras empresariales afiliadas al CCE, además de otras representaciones sociales, que se expresaron en las redes sociales.

Nos llamó la atención, la verdad, que, en su mensaje, al comisario de la SSP Luis Felipe Saidén Ojeda se le haya quebrado la voz al referirse al elemento que perdió la vida, pero queda el consuelo, a sus compañeros de la institución y familiares, que al entregar la vida evitó que quedara impune el asesinato de una joven madre. Nos unimos a las condolencias y los reconocimientos.

 

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