El aborto, lógica maquiavélica

Roberto Dorantes
robertodorantes01@gmail.com

La lógica maquiavélica está de moda a pesar de que “El Príncipe” fue escrito en el siglo XVI, no quiero ser un crítico sin reconocer el mérito de Nicolás Maquiavelo, pues, él es primer personaje de la historia de hablar sobre el Estado, de aquí parte los tratados de Política moderna, sin embargo, el peyorativo maquiavélico indica lo amoral del poder que se consigue a pesar de los medios de que se utilicen.

El fin justifica los medios, este principio de Maquiavelo representa la ambición de las personas que persiguen el poder, independientemente si es un fin lícito o bueno, lo que interesa al ambicioso es el poder por el poder.

Este es la versión moderna del romano Plauto “lupus est homo homini”, una traducción literal sería Lobo es el hombre para el hombre, en su obra dramática Asinaria, que popularizó Hobbes en el siglo XVIII. Esta frase representa el estado natural del hombre lleva a una lucha continua contra su prójimo.

Ser maquiavélico es un sinónimo de lograr lo que te propones sin importar el medio sea bueno o malo, como la persona que roba para alimentar a su familia, el fin del ladrón puede ser bueno, sin embargo el medio es completamente malo, pues atenta contra la integridad de los demás; algo similar sucede con las personas que quieren legalizar el aborto; si una mujer fue violada, la “ley” le da alternativa de abortar, para que supere el trauma de haber sido violada. El fin es bueno, ayudar a la mujer superar su evento traumático; sin embargo, el medio que se utiliza no es correcto ni mucho menos bueno, pues privar la vida de un ser humano, como el nonato que aloja en su vientre, no es la solución. La Constitución protege a la vida como primer derecho que tiene la persona, pues de la vida derivan los demás derechos inherentes a las personas. Hablo como persona ordinaria, mi Madre me tuvo nueve meses en su vientre y en ningún momento pensó que si yo era o no ser humano, nunca dudó sobre mi dignidad humana.

Hoy en nuestro México y a nivel internacional se libra un debate sobre el aborto, no podemos dejar que nos gane el sentimentalismo, mentira proclamar que cada quien es libre de hacer de su cuerpo lo que quiere, la madre cuando aborta no desecha una parte de su cuerpo como si fuera su cabello o las uñas, sino que desecha a un ser humano que está en proceso de crecer, es un ser que tiene vida y recibe alimento de su madre.

Por eso cuando veo y escucho a “féminas” proclamando sus derechos la frase de Plauto se agolpa en mi ser como una lanza que hiere, los que buscan privarle la vida a los nonatos son lobos, depredadores por naturaleza, analogía superada, pues la pareja de lobos líderes cuidan y protegen a su cachorros.

La existencia es un don, la madre que gesta la vida es parte de la acción creadora de Dios, por esa razón el nombre de procreadores, la maternidad se pretende desprestigiar al afirmar que es una carga para las mujeres, y se deja de lado esa acción maravillosa de la vida, el poder que tiene la madre de generar vida es único, pues los hombres cooperan con la semilla para la concepción de un nuevo ser sin embargo, en el vientre de la mujer se realiza la gestación de una nueva vida, el embrión fecundado es un ser, no dejemos de valorar la existencia y la vida, el simple hecho de cooperar con el don de la existencia es algo que no tiene descripción alguna, que simplemente se goza cuando los hijos demuestran el amor hacia sus madres.

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