¿El bolillo es bueno para los sustos?

Existen muchos creencias populares respecto a qué hacer cuando sufrimos algún episodio de miedo o susto, como “comete un bolillo para el susto” o “no tomes agua después de que te asustes, es malo para el azúcar”. Pero, ¿te has preguntado que consecuencias tienen estas conductas en el organismo?

Eduardo Calixto, investigador en Neurociencias de la UNAM, señala que el consumo de un bolillo después de un episodio de miedo o susto no afecta ni beneficia el estado de salud.

“Son mitos de la vox populi. Un bolillo no nos va a salvar la vida y tampoco nos va a perjudicar cuando nos asustamos”.

Explica que aunque el miedo se origina en el cerebro, tiene una respuesta en todo el cuerpo a través de reacciones fisiológicas como sudor en exceso, aumento de temperatura corporal, temblor de manos y pies al producirse tensión en las articulaciones y aumento de glucosa.

Esto debido a que el cerebro, al adaptarse a una nueva circunstancia, necesita consumir más oxígeno y glucosa. Por lo que sus niveles se elevan y sólo en cuestión de segundos se nivelan sin que exista la ayuda de un bolillo.

En caso de que la glucosa se mantengan en un nivel elevado, es un indicio de que el cuerpo no está sano.

“Nuestro cuerpo tiene respuesta psicomimética que provoca que todas las secreciones se sequen y experimentemos una boca seca. Una persona que ya es diabética, con el susto sólo se va dar cuenta que tiene esta enfermedad crónica degenerativa”.

El investigador sostiene que después de 25 minutos, los síntomas de un susto disminuyen y el estado del cuerpo regresa a la normalidad.

Finalmente, agrega que “el miedo es necesario en la vida porque nos permite reconocer condiciones de peligro sean reales o no, y así tratar de evitarlas”.

Texto: El Universal
Foto: Agencias

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