El día en que las máquinas comenzaron a conquistar el mundo

Se cumplen 25 años desde que el ordenador Deep Blue ganó por primera vez una partida al entonces campeón mundial de ajedrez Garri Kaspárov, marcando un hito que culminaría al año siguiente, cuando una nueva versión de la máquina volvió a derrotar al laureado ajedrecista

“Hoy se conmemora un momento decisivo en la historia de la humanidad. En Filadelfia, una computadora de IBM llamada Deep Blue se convirtió, el 10 de febrero de 1996 en la primera máquina en vencer a un campeón mundial de ajedrez, Garri Kaspárov”, informaba la revista tecnológica Wired en un artículo titulado “Comienza la toma de posesión de las máquinas”.

Aunque nadie podría haberlo sabido entonces, este fue el momento en que las máquinas realmente comenzaron su conquista de la Tierra, señalaba la reseña publicada en un anterior aniversario de la primera etapa del histórico duelo entre un cerebro humano y otro electrónico.   

En el primer encuentro de 1996, la victoria de la computadora fue parcial al ganar una de las seis partidas del juego, en el que terminó imponiéndose Kaspárov, pero al año siguiente, en 1997, en un segundo encuentro, el triunfo de Deep Blue fue completo, ya que una versión mejorada de esa máquina ganó la revancha contra Kaspárov, al derrotarlo en la mayoría de las partidas. 

Para Wired, la primera victoria parcial de la computadora (derrota parcial para el hombre) “demostró la inevitabilidad del surgimiento de dispositivos artificialmente inteligentes”.

Los científicos informáticos habían considerado durante décadas al ajedrez como un ‘vara de medir’ para la inteligencia artificial.

Las calculadoras para jugar al ajedrez surgieron a finales de la década de 1970, y en el siguiente decenio un grupo de estudiantes graduados de la Universidad Carnegie Mellon (CMU) construyó la primera computadora, ‘Deep Thought’, para vencer a un gran maestro en un torneo regular, según la publicación científica Scientific American.

En 1989, Kaspárov venció a Deep Thought cómodamente en dos partidas. IBM quedó tan impresionada con aquella tecnología que incorporó a los investigadores de la CMU a un proyecto para desarrollar al ordenador sucesor de Deep Thought, que sería una versión temprana de Deep Blue, según esta misma fuente.

El equipo de Deep Blue perdió ante Kaspárov en febrero de 1996 en un torneo en Filadelfia, aunque logró ganar un juego de seis contra el campeón mundial. En la revancha que tuvo lugar en mayo de 1997 en Nueva York, con una versión mejorada de la máquina denominada extraoficialmente ‘Deeper Blue’ (azul más oscuro), la máquina venció.

NEURONAS HUMANAS VERSUS CHIPS DE SILICIO

Los encuentros fueron a seis partidas: en Filadelfia-1996 el ajedrecista ruso ganó a la máquina, al perder una partida, ganar tres y empatar otras dos, mientras que  en Nueva York-1997, terminó con dos partidas victoriosas para IBM, una para el campeón y tres empates, ganando entonces la máquina.

Tras veinte años de investigación, revelaciones y análisis, el excampeón reconoció en su libro “Deep Thinking” (2017) que IBM no hizo trampas ni Deep Blue le engañó durante los dos duelos de la maquina contra el ajedrecista, en el sentido de que no hubo intervención humana en las jugadas del “monstruo de silicio”, según el especialista en ajedrez Leontxo García.

Sin embargo, García comentó que en ese mismo libro Kaspárov también sostiene  la tesis de que se utilizaron ardides contrarios a la ética deportiva para espiarle, por un lado, y negarle información muy útil, por otro,  atentando contra el juego limpio y llegando demasiado lejos en el deseo de que la máquina ganara.

La aparentemente pequeña victoria de 1996 “fue muy importante para nosotros al  demostrarnos que estábamos en el camino correcto”, dijo Murray Campbell, experto en Inteligencia Artificial y miembro del equipo que desarrolló Deep Blue, que ahora es investigador distinguido en el Centro de Investigación Thomas J. Watson de IBM, en Nueva York.

LA REVANCHA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Así “en el momento de nuestro último partido en 1997, habíamos realizado suficientes mejoras en el sistema basándonos en nuestra experiencia con lo que pudimos ganar”, señaló Campbell a Scientific American, dando su versión de cómo IBM pudo cambiar las tornas y vencer al campeón de ajedrez reinante. “El partido de mayo de 1997 duró varios días y fue elegido como el mejor ejemplo de hombre contra máquina”, explicó Campbell en su blog corporativo.

Sin embargo, el propio Kaspárov se describe a sí mismo como un defensor de la inteligencia artificial (IA), a la que recientemente calificó como una bendición para la humanidad, “capaz de brindarnos un sinfín de oportunidades para ampliar nuestras capacidades y mejorar nuestras vidas”.

Esta visión refleja la de IBM, que también cree que la promesa de la IA radica en su capacidad para aumentar las habilidades y el intelecto humanos, según este científico.

Explicó que Deep Blue utilizó algoritmos (secuencias de instrucciones informáticas) para explorar hasta 200 millones de posibles posiciones de ajedrez por segundo y luego eligió el movimiento con la mayor probabilidad de éxito.

“Si bien Deep Blue usó enfoques de aprendizaje automático, se basó principalmente en una comprensión programada del juego de ajedrez: 64 casillas, 32 piezas y movimientos y objetivos bien definidos”, apuntó.

Señaló que se aprendió mucho al enfrentar sistemas de inteligencia artificial contra oponentes humanos y que lo más significativo es constatar que la IA se puede utilizar mejor para llenar los vacíos en la capacidad humana y viceversa.

“Esta tecnología ha evolucionado significativamente, pero los sistemas de IA no son tan buenos como los humanos en el razonamiento de sentido común o en el pensamiento creativo y estratégico, siendo probable que esas brechas persistan en las próximas décadas”, aseguró Campbell.

Este experto propuso factorizar (descomponer de manera matemática) las habilidades y limitaciones tanto de las máquinas como de los humanos para crear sistemas combinados que permitan obtener mejores resultados que los que cualquiera podría lograr por sí solo.

“La promesa de la IA radica en la combinación de hombre y máquina”, enfatizó Campbell.

Señaló que finalmente Deep Blue fue retirado al Museo Smithsonian en Washington, DC.,  pero ha servido de base e inspiración para otras computadoras de alta capacidad y velocidad, como IBM Blue Gene e IBM Watson.

IBM no ha cesado de investigar e innovar después aquellos históricos duelos ajedrecísticos entre Deep Blue y Kasparov, y un cuarto de siglo después anuncia que sus científicos e investigadores registraron 9,130 patentes en 2020, lo que la sitúa a la cabeza en la lista de patentes con innovaciones en IA, nube híbrida, computación cuántica y seguridad.

Texto y fotos: EFE

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