EL EDITORIAL

Muchos han calificado como una afortunada coincidencia que el presidente de la República haya confiscado, a través de la Fiscalía General de la República, un total de 2 mil millones de pesos, los cuales serán usados para pagar el dinero de la “no rifa” que hará el 15 de septiembre.

Sin embargo, este tema tiene dos aristas a ser analizadas y que resultarán muy interesantes:

En primera instancia, este es el primer caso que se hace público de los alcances que tiene la recién aprobada Ley de Extinción de Dominio, con la cual se confiscó este dinero, aunque el juicio ni siquiera ha terminado. Es más, apenas se están llevando al cabo las investigaciones y no se sabe si la empresa es en verdad culpable.

Esto fue advertido por el sector empresarial, de que podría ser usado como un arma por parte del Gobierno Federal, y con este anuncio dado con bombo y platillo en La Mañanera de AMLO, da una demostración de que es efectivo para la recaudación de dinero.

La pregunta radica en qué ocurrirá en caso de que el Poder Judicial determine que las empresas a las que le son confiscados sus bienes resulten ser inocentes.

Otro tema que pasó un poco desapercibido, pero que vale la pena preguntarse es: si ya tienen 2 mil millones de pesos que servirán para pagar a los ganadores de la rifa, ¿por qué no se usa ese dinero para la compra del equipo médico y medicamentos que lleva prometiendo desde hace tiempo? ¿Por qué se esperará a vender los cachitos de lotería para realizar esta urgente tarea?

Interesante y preocupante.

 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.