Por: César Espadas
Aterrizó en Europa para enfundarse en los colores del Atlético de Madrid. No obtuvo continuidad, empacó sus maletas y se marchó al Benfica de Portugal; ahí comenzaron a aparecer destellos de su talento pero no terminó por despuntar. Cuando parecía que su carrera en Europa se acabaría, el Wolverhampton de la Premier League se cruzó en su camino y la magia fluyó libremente. Se trata de Raúl Alonso Jiménez, el mexicano que hoy en día tiene maravillado con su nivel futbolístico al mundo deportivo.
Además de ser un goleador, es conocido por ser un generador del juego ofensivo. Buen toque de pelota, definición de crack, sacrificio, despliegue físico, visión de campo. Un hombre que desde su paso por el América, apuntaba a trascender en niveles máximos de competencia. La sinergia que se ha desarrollado entre él y los Wolves es extraordinaria. La afición se inclina a los pies del mexicano, el furor en las redes sociales es de otro nivel y los números ofensivos confirman que se trata del mejor jugador que ha portado el uniforme de este club.
Ya es el máximo goleador histórico de los Wolves. En la temporada actual, es el jugador de la Premier League que ha participado directamente en más anotaciones de su equipo al sumar 20 goles y 9 asistencias.
De la mano de Nuno Espírito Santo, su DT, ha encontrado su mejor nivel. Le dieron confianza y minutos de juego. A pesar del despunte, Raúl debe quedarse en los Wolves; un club respaldado por inversión extranjera, que compite en Europa League y en el cual, ya es ídolo.
