El Marlín Azul: Tres décadas de sazonar pescados

Una amplia variedad de platillos elaborados a base principalmente de camarones, un sabor estupendo y un trato amable y atento, además de un precio accesible, son algunas de las razones por las que “El Marlín Azul” se ha mantenido en el gusto de los meridanos desde hace 30 años.

En amena plática con los propietarios del lugar, Arturo Castillo Serrano y su esposa María Gabriela Jiménez, comentaron que en estas tres décadas de trabajo han logrado grandes satisfacciones como la de escuchar los comentarios de la clientela que por sentirse más que satisfecha por el sabor, regresa una y otra vez, pero la principal de ellas es haber logrado que de este local haya salido el dinero para darles educación a sus tres hijos.

—Gabriela es licenciada en Relaciones Internacionales, Esteban es ingeniero industrial y Arturo el mayor, además de que es administrador de empresas, sigue mis pasos con una pequeña sucursal en frente de la clínica de La Ceiba del IMSS, donde por el momento solo vende tacos y ceviches por las mañanas, para el desayuno —dijo el orgulloso padre, quien recordó que muchos de los conocimientos que pone en práctica a diario en “El Marlín Azul”, los aprendió en el sector hotelero.

—Somos de Mérida, pero nos dimos el gusto de vivir un tiempo en Cozumel, de allí salió el nombre del restaurante, que es una especia muy conocida en el Caribe, y su imagen está relacionada con todo lo que hay en el mar —explicó doña Gabriela, tomándose un respiro en su labor de llevar la cuenta de los pedidos y por supuesto de administrar las entradas.

—Es muy importante la labor de ella, porque estos negocios requieren de mucha supervisión y estar al pendiente de las situaciones que se presentan a diario para resolverlas de la mejor forma y a la mayor brevedad —comentó el entrevistado, quien solicitó se detuviera un momento la plática para recibir un pedido de enormes camarones que le llegaron desde Ciudad del Carmen.

—Hay que estar pendiente hasta del más mínimo detalle, todo pescado o producto que se compra debe estar fresco, los proveedores en muchas ocasiones buscan la manera de pasarte producto que no vende y por viejo ya no tiene calidad, yo vigilo mucho eso y no se saca la venta —detalló.

—Entre los platos que por temporada estamos ofreciendo se encuentra el ceviche de camarón con mango, también se vende mucho el marlín que elaboramos con una receta de la casa, horneado con muchas especies, habanero y perejil, es uno de los más platillos al igual que la brocheta de camarones —comentó el anfitrión.

Invitó al público a no dejar de probar las fajitas de camarón que se sirven en una plancha caliente con guacamole, salsa mexicana o xnipec, y por supuesto acompañado de frijol.

Y qué decir del camarón con coco o el camarón borracho llamado de esta manera por llevar en la preparación cerveza y harina para que quede como rebozado, y lo mejor de todo a precios accesibles.

—Allí sí que nadie nos gana, tenemos el filete de pescado a 60 pesos, una orden de camarón empanizado en 160 pesos, la gente viene de diferentes lugares de la ciudad y del estado buscando un buen servicio, precio y calidad. Estos son los pilares del negocio —concluyó.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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