El miedo al medicamento psiquiátrico

Por René Emir Buenfil Viera

Las investigaciones en salud mental nos dicen que las personas que superan con mayor éxito un trastorno mental son las que asisten a psicoterapia a la par de tomar las medicinas recetadas por un(a) psiquiatra, son quienes menos recaen y reportan salir adelante y alcanzar un bienestar.

Aún así, muchas personas con depresión, ansiedad u otras condiciones de salud mental parecen estar más dispuestas a hablar con un psicoterapeuta que a tomar medicamento.

Aunque también existen quienes recurren directamente a las pastillas sin ningún temor, son muchos los que tratan de evitar a toda costa al (la) psiquiatra, ya sea por el mito de que ir significa que “están locos(as)”, y cada vez más personas en psicoterapia refieren tener miedo a depender toda la vida de las medicinas para estar bien y a los efectos secundarios que pudieran ocasionarles.

Si estás en psicoterapia y tienes una condición de salud mental que quizá requiera un tratamiento farmacológico, he aquí algunas ideas:

1. Conseguir un(a) psiquiatra de confianza, con buenas referencias. Hoy en día hay muchas maneras de saberlo, ya sea que conozcas a alguien que haya ido con esta persona o buscar qué información hay en internet y redes sociales sobre este(a) profesional de la salud mental, o que te lo recomiende tu psicólogo(a); procuremos acudir con alguien de eficacia comprobada.

2. Para un buen diagnóstico y tratamiento es útil que sepa que estás yendo con un psicoterapeuta para que puedan trabajar de manera coordinada, además de contestar las preguntas que te haga de manera honesta y amplia, y expresar todas las dudas, inquietudes y temores que tengas respecto al tipo de tratamiento, en cuánto tiempo puedes ver mejorías, y qué puedes hacer si te sientes mal o peor después de tomar las medicinas.

3. No te automediques, ni dejes de tomar las pastillas sin avisarle al (la) psiquiatra, y si algún otro doctor(a) te está recetando medicamento psiquiátrico sin ser psiquiatra, como dice el dicho, zapatero a sus zapatos, es conveniente confirmar esta prescripción con el profesional adecuado, que son quienes tienen la preparación y experiencia en este tipo de medicamentos.

4. Es deseable una buena comunicación con tu psiquiatra, pero tampoco confíes tan ciegamente en ella o él que te desentiendas de tu tratamiento, que no sepas ni qué pastillas estás tomando, ni la sustancia activa, ni la dosis, ni los efectos secundarios, o si hay otras opciones de tratamiento para ti. Las mejores decisiones en salud son las decisiones informadas.

Y si sigues dudando de la idea de ir con un(a) psiquiatra, quizá este último tip te haga sentir más cómodo(a) con esta posibilidad: que el tratamiento sea con la menor dosis posible, en el menor tiempo posible y al ser temporal, no depender toda la vida de un medicamento que pudiera ser parte de un tratamiento, se pueda sumar a otras estrategias de la psicología, y otras actividades que ayuden a manejar mejor tu condición de vida.

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