Por Juan Esteban Méndez
Mae Govannen estimados lectores, hemos escuchado decir en muchas ocasiones que no hay historia que no haya sido contada, que no hay nada nuevo bajo el sol, podría decirse que es cierto ya que como espectadores más de una vez hemos identificado claramente una tendencia en la narración hasta agotarnos de ella, aunque esto no es intencional: la gran mayoría de las propuestas de ficción se rigen por el monomito, El Viaje del Héroe.
En 1949 el antropólogo y mitólogo llamado Joseph Campbell publicó un libro titulado “El Héroe de las Mil Caras”, obra en la cual, basándose en su profundo trabajo de la poética y la humanidad en su evolución personal, presentó este arquetipo que muestra al protagonista de la historia como un héroe, que a través de un viaje espiritual y glorioso puede llegar a transformarse sustancialmente.
El libro fue una demostración del autor para hacer ver que las religiones orientales y occidentales tenían estructuras similares y que existía cierta similitud de las mismas. En el séptimo arte esta estructura que normalmente se desarrolla entre 12 y 17 estados de “viaje”, fue primigeniamente acreditado por George Lucas, quien después de la película de “Star Wars” declaró que se basó principalmente en el monomito de Campbell y sabiendo el impacto que Star Wars tuvo en la cultura popular, tarde o temprano recibió seguidores que replicaron esta estructura.
Hay que tomar en cuenta que Campbell no “creó” esta estructura, solamente se encargó de relucirla y sacarla a la vista pública, ya que las mitologías y dimensiones que él plantea en su obra están basadas en elementos históricos y religiosos, pero que interpretó y plasmó de manera correcta.
Claro, no todas las películas se acoplan por esta estructura, pero hay ejemplos como “Harry Potter”, “El Señor de los Anillos”, “Matrix”, “El Rey León” y así muchas más cuya estructura es similar, haciendo justicia al Viaje del Héroe. La maravilla del monomito no es que tengas el conocimiento de que cada historia corresponde a un patrón, sino que esa misma historia puede interpretarse como nuestra historia de vida y que podemos aprender de ella para salir adelante.
