Palacio de la Música, poniendo a Mérida en los ojos del mundo

Situado en pleno corazón del Centro Histórico de Mérida y con un bello diseño arquitectónico vanguardista, el Centro Nacional de la Música Mexicana, conocido de manera popular como el Palacio de la Música, es una magnifica opción para pasar un domingo muy ameno en compañía de la familia.

En el sótano de este inmueble se encuentra un museo interactivo dedicado a la música tradicional y popular, con salas dedicadas a la música yucateca y mexicana, que cuentan con tecnología de punta para disfrutar de una experiencia sonora y visual que vale la pena conocer y máxime, que al menos hasta finalizar este mes de febrero, las entradas son completamente gratuitas.

El recorrido es muy interesante, con muchas pantallas táctiles, otras de 180 grados, videomapings y un piano que le perteneció a la maestra Judith Pérez Moreno, que lo toca nada más mi nada menos que el maestro Agustín Lara, por su puesto con la magia de un holograma y después con esta misma técnica se observa a Consuelito Velázquez interpretar su inmortal “Bésame Mucho”.

La coordinadora del lugar Adele Urbán Flores recordó que el lugar apenas abrió sus puertas el 25 de junio y desde entonces se ha recibido la visita de más de 40 mil personas que fascinadas comentan que el lugar es único en Latinoamérica.

Durante el recorrido, en la parte en la que se muestra la música del cine mexicano, presentada en una especie de cinema, la bienvenida la da un taquillero que cuenta anécdotas con relación a las diversas piezas características de la época, que de pronto se queda dormido y entonces la única forma de que despierte y continúe con sus relatos es tocándole el cristal, detalle que gusta mucho.

En esa sala se proyectan algunos cortos con música del cine nacional de la época de oro, todo está muy bien presentado, de tal modo que pareciera que se viajó por el tiempo y se estuviera en un cine de arquitectura Art Decó, muy propia de los años cuarenta o cincuenta, una experiencia muy grata.

También hay salas dedicadas a los músicos, a los intérpretes y compositores, una de ellas dedicada especialmente a Armando Manzanero en la que se presenta una entrevista realizada por el maestro Luis Pérez Sabido y otra dedicada a José Alfredo Jiménez, donde se exhibe uno de los sombreros que pertenecieron al maestro y que su familia amablemente facilitó al museo y una réplica de los sarapes que utilizaba, que se mandó a hacer en el museo del Sarape de Saltillo.

En la visita se aprecia una muestra de instrumentos típicos de las zonas culturales mexicanas, la mitad de ellos fueron mandados a fabricar especialmente para el museo y la otra parte que pertenecen a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas que se encuentran en comodato.

La información con que se cuenta es muy amplia, las cédulas se presentan en español, inglés y maya, mientras que la los detalles que aparece en las pantallas táctiles está clasificada por cada de las áreas y contiene datos, contextos y biografías, por supuesto hay más de 800 horas de música grabada a disposición.

En la parte dedicada a la radio hay programas y anuncios del ayer, además de muchas fotografías que hacen alusión a los teatros de revista y sus protagonistas en los que figura el “Chino” Herrera y más gigantes de la época.

Y algo muy importante para la gente que llega de otros estados, es conocer y hasta aprender a bailar jarana por medio de tutoriales, en el que para llegar al paso final hay que dar tres aplausos para marcar el ritmo.

Sin duda que vale la pena visitar este bello lugar que pone a Mérida en los ojos del mundo y que se puede visitar en horario de 10 a 4 de la tarde de martes a domingo con guías gratuitos.

Texto: Manuel Pool
Fotos: Saraí Suarez

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