El pánico se apodera de Cancún

Cancún, el famoso balneario del Caribe mexicano, vivió un día de caos y desconcierto. La tarde de ayer martes ocurrieron tiroteos en oficinas gubernamentales. La persecución de los sospechosos provocó que se escuchasen disparos en diferentes puntos turístico de la ciudad, lo que ocasionó el desalojo de varios centros comerciales. El incidente se suscitó alrededor de las 16.00 horas (tiempo local) en las instalaciones policiales ubicadas en la zona norte del balneario. Varios hombres armados que se trasladaba en motocicletas dispararon en contra de la Fiscalía General y de los edificios contiguos de Seguridad Pública, Bomberos y el Centro de Comando (C-4). El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín Gonzalez, confirmó la noche de ayer que tres delincuentes y un policía fallecieron tras el ataque a la Fiscalía.

El incidente ocurre un día después del tiroteo en la discoteca Blue Parrot, en Playa del Carmen, donde murieron cinco personas y 15 más resultaron heridas. La Fiscalía del Estado ha dicho que entre las causas de la agresión se investiga una disputa entre narcomenudistas o un posible intento de extorsión. Entre los fallecidos había un italiano, un canadiense, un estadounidense y dos mexicanos originarios del oriental Estado de Veracruz.

Ataque, consecuencia del combate a la corrupción

“El ataque armado de grupos criminales contra instalaciones de la Fiscalía General del Estado en Cancún, es consecuencia del combate a la impunidad y corrupción de grupos que actuaban con impunidad”, aseveró el gobernador Carlos Joaquín González, al anunciar que llegarán elementos federales.

El mandatario quintanarroense anunció que habló con el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) y acordó la llegada de fuerzas federales de apoyo, con el objetivo de reforzar y mantener el orden en Cancún.

Confirmó la muerte de cuatro personas, entre ellas, Humberto Mora Ochoa, un policía ministerial con 25 años de servicio; así como la de tres presuntos delincuentes. Descató que en los hechos se detuvo a cinco personas.

A las 16:00 horas, de acuerdo con testimoniales, alrededor de 10 personas fuertemente armadas ingresaron al inmueble, en su camino mataron al agente Mora Ochoa y se enfrentaron a personal de guardia de la dependencia.

Al salir, cerca de unos edificios, murió abatido uno de los agresores, y a unos kilómetros de ahí, en otro enfrenamiento, murió uno más.

El gobernador Carlos Joaquín aseveró que luego de varias horas de patrullaje en la zona, la tranquilidad se recupero en Cancún.

Lamentó que surgieran versiones de balaceras y atentados, pero dijo que forma parte de una estrategia para desviar la atención.

“La mejor manera de distraer la atención es generando caos, confusión y escandalizar, pero no lo lograron”, añadió.

La balacera ocurrida generó caos ante la desinformación oficial. Al tiroteo en la zona norte, se sumó el reporte de disparos en el centro comercial Las Américas, uno de los puntos más transitados por los turistas. En la plaza Las Palmas los clientes que se encontraban realizando compras fueron evacuados. Los empleados del Palacio Municipal de Cancún también fueron desalojadas ante la amenaza de un ataque a balazos. En la zona hotelera también se alertó de disparos. Según medios locales, durante varios minutos se impidió el acceso ante los rumores de que un grupo de hombres armados se encontraba en esa zona y era perseguido por la policía.

En redes sociales usuarios que transitaban cerca de la Fiscalía alertaron sobre el ataque. En uno de los vídeos difundidos se observa a las personas que se tiran al suelo en una estación de gasolina ubicada a unos metros de la corporación estatal. Las calles aledañas a las instalaciones policiales permanecieron cerradas y el tráfico vehicular fue desviado por vías alternas. En diversos puntos de la avenida Kukulcan, donde está la zona hotelera, se montaron retenes policiales. También se han resguardado las entradas y salidas del destino turístico.

El alcalde de Cancún, Remberto Estrada, sólo condenó el ataque a la Fiscalía a través de un escueto mensaje en su cuenta de Twitter. “Hemos aplicado estrictos protocolos para controlar la situación y detener a los responsables”, escribió. Casi seis horas después del primer hecho, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, apareció en su cuenta de Facebook para condenar la difusión de “rumores que solo escandalizan” y para informar que el Gobierno Federal enviará apoyo policial a la entidad. “El Estado está bajo control y orden, los cancunenses y nuestros habitantes pueden hacer su vida normal”, manifestó. Además las autoridades estatales han activado el código rojo.

Narcomantas

En Playa del Carmen, ubicado a 70 kilómetros de Cancún y uno de los principales atractivos de la Riviera Maya, aparecieron dos narcomantas la mañana de ayer martes. En el mensaje el grupo criminal Los Zetas presuntamente se atribuye el ataque en el Blue Parrot y amenaza a sus rivales del cártel del Golfo.

Cancún y Playa del Carmen son los destinos turísticos más importantes de México y los más visitados por los extranjeros. A diferencia de Acapulco, otro famoso destino internacional que ahora se encuentra azotado por la violencia, el caribe mexicano se había mantenido hasta cierto punto alejado de los hechos delictivos. Ahora, tras los tiroteos suscitados, los comerciantes temen que los incidentes violentos puedan afectar la imagen del lugar.

 

Agencias

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