Francisco advierte que no hay que cantar victoria demasiado pronto, y exhorta a mantener la cautela y obedecer las reglas de sanidad
Al igual que durante los ritos de Semana Santa, en el ábside de la basílica, en llamada “Cátedra de San Pedro”, ante unos pocos fieles distanciados en los bancos, Francisco celebró la misa de Pentecostés, en la que los católicos celebran la venida del Espíritu Santo.
El papa Francisco lamentó ayer que la epidemia del coronavirus siga causando “muchas víctimas” en América Latina y expresó su cercanía con los pueblos de la región, durante la tradicional oración del Ángelus en el Vaticano.
Tras congratularse por el hecho de que la epidemia parece superada en Italia, Francisco agregó que “lamentablemente, en otros países, especialmente en América Latina, el virus sigue cobrándose muchas víctimas”. El pontífice expresó su “cercanía a esas poblaciones, a los enfermos y sus familias, y a todos los que los cuidan”.
El balance de la pandemia supera los 400 mil muertos en todo el mundo, y en las últimas semanas se ha acelerado particularmente en América Latina, especialmente en Brasil, el tercer país con mayor número de víctimas mortales en el planeta (35 mil 930 muertos), detrás de Estados Unidos (109 mil 791 fallecimientos) y Reino Unido (40 mil 465 decesos).
En Italia la covid-19 causó 33 mil 846 muertos en cuatro meses, pero la epidemia parece contenida en la península, que anunció 72 muertos y 270 contagios en las últimas 24 horas.
La presencia ayer domingo de centenares de fieles en la plaza de San Pedro para el Ángelus, “es un signo de que la fase aguda de la epidemia ha pasado en Italia”, dijo el papa, que instó sin embargo a la prudencia y a no cantar “victoria antes de tiempo”.
Por otra parte, la Santa Sede anunció ayer que ya no había ningún caso de nuevo coronavirus en el Vaticano, donde 12 personas habían resultado contagiadas y aisladas.
Los muertos por COVID-19 en el mundo superaron los 400,000, de acuerdo con los datos proporcionados este domingo por la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.
Poco antes de las 14:30 GMT del domingo, el número de decesos en todo el planeta alcanzó los 400,243, mientras que la cifra de contagiados supera ya los 6.9 millones. Los datos reportados el domingo sobre Brasil son llamativos porque llegan en medio de la polémica en ese país.
El sábado, el Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, restringió la publicación de los datos consolidados de casos y muertes de COVID-19.
Texto y foto: Agencias
