El problema del fandom

Por Carol Santana

Hace unas semanas Brie Larson estuvo en medio de la controversia por pedir que más mujeres y gente de color asistieran a cubrir el tour de prensa de su película, Capitana Marvel.

No fue sorpresa cuando algunos fans crearon una campaña para boicotear la película y darle malas reviews antes de que saliera. Y no fue sorpresa porque este tipo de comportamiento tóxico se ha convertido en algo usual en el mundo de los cómics y el fandom.

Hablar de fandom es muy complejo y más cuando existen miles de vertientes a explorar, sin embargo dos de los elementos que sobresalen es la misoginia y la intolerancia que se hacen más presentes conforme a nuevas historias, películas y demás productos culturales se centran en mujeres, personas de color y personajes no heteronormativos.

Y lo entiendo, estamos acostumbrados a ver y consumir ciertos tipos de narrativas que se centran en historias y en personajes que representan a una parte de la población, y cuando vemos a mujeres en pantalla contando sus experiencias, o a parejas homosexuales enamorándose o luchando contra el crimen o a una Mary Jane afroamericana, pensamos que nos están imponiendo una visión del mundo.

Pensamos que se está tratando de imponer una agenda y de complacer los caprichos de los social justice warriors.

Lo más chistoso es que estas historias no están tratando de imponer nada, y sólo cumplen con el propósito con el que fueron creados desde un principio: el de darle voz o visibilizar a los marginados que se enfrentan contra los bullies y la injusticia que los rodea. Historias que más que forzadas son un reflejo de nuestra situación actual.

El problema de la intolerancia de estos grupos radica en el acoso selectivo que realizan y que no sólo se queda en las redes sociales.Y ni hablar de aquellos fanboys que creen que el fandom (o los cómics) es un lugar exclusivo y no apto para fangirls, las cuales necesitan una membresía especial para entrar en él, teniendo que “probar” que no están ahí por moda, aunque ellos también lleven minutos en él.

Y yo sé, #NoTodosLosFans son así. La realidad es que todavía ni estamos tan cerca de dominar las historias y hacerlas feministas, al contrario, nadie va a dejar de producir historias centradas en personajes masculinos o heteronormados.

Pero sí cada vez más personas comienzan a cuestionar la manera en la que se escriben y producen estos textos: los estereotipos, el sexismo, la discriminación y eso, más que imponer una agenda, es la evolución natural del mundo.

 

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