El riesgo de las segundas generaciones para una empresa

Bien dice la frase “zapatero a tus zapatos”. El texto hace referencia a la importancia que debemos darle a dedicarnos a lo que sabemos hacer que, aunque no es imposible poder realizar otras actividades que nos fijemos como metas, siempre es recomendable descubrir y concentrar todas nuestras energías en donde se encuentran nuestras fortalezas.

Dígase entonces que el empresario es empresario porque tiene cierta cualidad y es poseedor de aptitudes que se conjugan para serlo.
Aunque también existen los empresarios por herencia. Aquellos que han heredado un imperio, y que necesitan en ocasiones, la instrucción adecuada para dar continuidad al legado.

En ciertas ocasiones, las segundas generaciones se vuelven todo un reto para los padres, que son quienes van a heredar o transmitir lo construido con mucho esfuerzo a los hijos. Y es completamente natural la preocupación del fundador de la compañía sobre el futuro de su legado.

FRACTURAS

Diversos artículos especializados en la materia de circulación nacional o internacional, han hecho evidente el “riesgo de la segunda generación”, cuando se fractura o hay un fallo, principalmente de comunicación entre la primera y la segunda línea empresarial.

El conflicto se genera principalmente en negocios familiares, puesto que en corporativos de sociedad se tiene otra estructura organizativa.

En esta segunda forma de hacer negocios, se acostumbra principalmente un consorcio o sociedad en donde existe un consejo el cual cuida los perfiles de quienes ingresan a la dirección del futuro de la empresa.

FACTOR DE RIESGO PARA LAS EMPRESAS FAMILIARES

Pero para el caso de las empresas familiares hay un factor de riesgo, que como bien dice otra frase “la sangre llama”, porque en la mayoría de los casos, quien va a dejar la empresa a cargo del hijo o el familiar apreciado, lo hace principalmente con una motivación sentimental, más que por un análisis real de capacidades.

De acuerdo con sitios especializados, como Foro Empresarial Impulsa, la mitad de la mortalidad de las empresas familiares, acontece precisamente por conflictos familiares: falta de acuerdos entre la parte heredera y la parte heredante.

Otra referencia que avala la idea es el sitio informativo La Vanguardia, que hace alusión a Sevilla, España. Y en donde este problema se genera principalmente por discordancias de sangre, más que económicas.

RECOMENDACIONES

Ambos sitios coinciden en recomendar la previsión, es decir, la organización anticipada para atender este tema, antes de que el tiempo les alcance.
También concuerdan en que es fundamental para asegurar el futuro de la empresa la observación de los talentos.

AFECTO VS. APTITUD

Establecen que hay que diferenciar el tema afectivo con el de las aptitudes. Y esto hay que hacerlo desde temprana edad, ya que permitirá fomentarle desde pequeño la fortaleza a quien heredará, y distribuir de esta forma los talentos entre los demás herederos, en caso de haber más de por medio.

Por ello, es primordial no dejar esta tarea para el último momento, pues una vez que la generación ha madurado y al haber expectativas, se genera conflicto entre los posibles herederos; algunos por esperar más de lo que recibirán.

CONSEJO DE FAMILIA

Otra recomendación es el “Consejo de Familia”, la cual tiene como objetivo que haya información pertinente entre los miembros de la prole sobre las decisiones que se toman al interior de la empresa, e incluso la aprobación de cierto porcentaje de integrantes de la misma. Esto también se apoya con el “Protocolo de familia”, en el cual se establecen y delimitan las acciones y responsabilidades de los miembros consanguíneos en el futuro de una compañía.

Texto: Iván Duarte
Fotos: Cortesía

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