El Segundo Primer Informe

Por Carlos Hornelas

No hay plazo que no se cumpla. Se acerca el primer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque en realidad sería el segundo, porque ya como “Presidente legítimo” había rendido cuentas en noviembre de 2007.

En esa ocasión, con motivo de su mensaje destacó que el gobierno de Felipe Calderón había preparado toda una estrategia para continuar con la privatización del sector energético del país. El 27 de agosto de 2019, como presidente constitucional, se reunió con el empresario Carlos Slim para celebrar un acuerdo entre las empresas de gasoductos del empresario y la Comisión Federal de Electricidad.

En aquel entonces, el “informe” congregó a la mitad del zócalo y hacia el final solamente quedaba una cuarta parte de ocupación con gradas vacías. El inicio estuvo marcado por una molestia enorme de sus partidarios porque el repicar de las campanas de Catedral había durado más de nueve minutos, con lo cual, una comisión se dirigió a reclamar y un sector de los asistentes lanzaron consignas en contra del cardenal.

En este segundo Primer Informe como presidente, inicia un par de spots con la frase “No es para presumir, pero soy un hombre de palabra”, antecediendo a lo que califica como sus logros en distintos renglones. En el pasado criticó el derroche de la publicidad oficial y la promoción personal de Enrique Peña Nieto, en el 2014 en su Twitter escribió: “Por salud mental, busquen la forma de protegerse ante el bombardeo de mentiras en la prensa, la radio y la TV, en vísperas del informe de EPN”.

Después de la reforma del 2008, el informe se entrega a la Cámara de Diputados en las manos de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien realizará tal diligencia en la tarde del primero de septiembre. Por la mañana, el primer mandatario dirigirá un mensaje a la nación, a las 11:00 horas, que no se transmitirá en cadena nacional porque esas costumbres “pertenecían al antiguo régimen”.

Será interesante analizar el contenido del informe porque no es la primera vez que en la cual se dirige a la nación con motivo de rendir cuentas sobre su gestión. A los 100 días de su gobierno, en Palacio Nacional aseguró haber cumplido con 62 de 100 compromisos que dio a conocer el 1 de diciembre, cuando asumió el cargo.

En julio de este año, dirigió un “informe pequeño” a un año de haber conseguido el triunfo electoral y en esa ocasión dijo haber cumplido ya 78 de 100 compromisos que se había fijado durante su mandato. Tras su informe pequeño, se llevó a cabo el #AMLOFest, en el cual músicos de la talla de Margarita, la diosa de la Cumbia, hizo las delicias de los asistentes. Se debe recordar que su participación no representó gasto alguno al erario.

Tal vez los 22 compromisos restantes puedan alcanzarse antes del informe, al ritmo que va puede que hasta le sobre tiempo en su sexenio para atender los problemas de los países vecinos. En menos de un año parece cumplir las metas que se fijó para el cambio de régimen. Ante este hito uno no puede más que comprender que no se requiere tanto tiempo para sacar las cosas adelante cuando hay voluntad política, por eso me pregunto ¿para qué quiere Bonilla más de dos años para su mandato?

 

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