¿El Snydercut dejará un precedente peligroso?

Por Marcial Méndez

El futuro lanzamiento del corte de Zack Snyder de Justice League es el resultado del triunfo de un movimiento principalmente impulsado por la fanaticada. Es algo a lo que no estamos acostumbrados, no porque sea imposible, sino porque raras veces llega a tener repercusiones tan grandes. Recientemente, sin embargo, tuvimos también el caso del filme de Sonic, en el cual el feedback de los fans provocó cambios en el diseño del epónimo erizo. En ese entonces no faltaron las voces que trataron de descifrar los posibles efectos que ello tendría sobre la industria del cine. Lo mismo ocurre hoy con el corte de Snyder.

Hace unas semanas me tocó leer una de esas voces en un medio digital que decía que el lanzamiento del Snyder Cut podría sentar un “precedente peligroso” tanto para la industria como para las audiencias. Su argumento era el que los estudios podrían intentar sacar una película mediocre, manufacturar un movimiento como el #ReleaseTheSnyderCut y luego sacar el corte “definitivo” de la película solo con un par de escenas extras para volver a hacer dinero con prácticamente la misma cinta. Esto suena factible en la teoría, pero en la práctica no lo es tanto.

En primera instancia, Justice League fue un fracaso económico. Producir una película mediocre pero que a la vez sea económicamente exitosa y, además, sea capaz de despertar un movimiento al estilo del Snyder Cut se dice con una facilidad que no corresponde a la realidad. En segundo lugar, la continua repetición de una estrategia tan complicada como esa tampoco se ve factible, no solo por la “tormenta perfecta” que habría que generar cada vez, sino porque me parece que las audiencias son lo suficientemente críticas como para percatarse del embuste y oponerse a él si realmente resulta tanto longevo como contrario a sus intereses.

Sobra decir que los grandes estudios no necesitan tan complicados planes maquiavélicos para redituar múltiples veces con una misma cinta; véase la última película de los Avengers, a la cual solo le bastó incluir menos de 10 minutos de material nuevo (incluyendo una escena eliminada sin terminar) para justificar un reestreno.

En cualquier caso, me parece un error achacarle la culpa de esos apenas posibles embustes al lanzamiento del corte de Snyder. Si alguien llegara a aprovechar malintencionadamente su “precedente”, ese acto sería condenable, mas no sucede lo mismo con el que ahora nos atañe y que, en todo sentido, resulta positivo tanto para los artistas como para las audiencias.

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