El soberbio juega a ser Dios

Por Roberto Dorantes

Te has fijado que hoy todos tienen la razón, que dependiendo las creencias, posturas políticas, ideológicas, las personas se consideran mejores que otras.

La exaltación del hombre ha llevado a la egolatría, a considerar que los tiempos modernos son mejores que los antiguos, que los avances tecnológicos conducen a que los hombres de hoy se consideren invencibles, esto tiene dos aspectos, uno social y otro individual, que tienen una misma raíz: “la soberbia”.

Ya Aristóteles definía la soberbia como la necedad del hombre, autoengaño de sí mismos; es un amor excesivo de la propia excelencia.

Tomás de Aquino considera este vicio el rey de todos los vicios, es una estructura mental en la que un hombre, a través del amor a la propia valía, aspira a alejarse de la sujeción a Dios Todopoderoso, y no hace caso de las órdenes de los superiores. Es una especie de desprecio de Dios.

Cuando se rechaza la naturaleza de las cosas, es un rechazo a la sabiduría divina que creó el mundo, es la necedad de querer cambiar el orden establecido por el Creador, es rechazar permanecer en la órbita esencial; vuelve su espalda a Dios, no por debilidad e ignorancia, sino solamente porque en su egolatría no quiere someterse a los designios divinos, tiene cierta actitud satánica, como Luzbel que quiso ser mayor que Dios.

Somos seres iguales pero diferentes, iguales en cuanto naturaleza, seres que pensamos, sentimos, nos emocionamos; sin embargo, diferentes en cuanto físico, porque somos indivisibles, únicos, personas distintas; soberbio el que se reconoce mejor que los demás, sinónimo de miopía espiritual, porque su falsa excelencia se basa en las pertenencias, riquezas, en las cualidades intelectuales, en su origen o abolengo, y como bien dice Aristóteles el soberbio es necio y se autoengaña, entendamos que ser diferentes no es sinónimo de mejores.

Considero que este vicio es causa de todo desorden moral, el engaño del hombre es creer que es dios, que puede cambiar la naturaleza de los entes, que es capaz de crear vida, que es dueño de la vida y que puede decidir privarla, por eso la soberbia es social e individual, porque el soberbio juega a ser Dios.

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