En defensa del gobernador Vila

Por: Miguel II Hernández Madero

El gobernador de Yucatán Mauricio Vila Dosal no inicia bien el año en cuanto a popularidad, pues está siendo duramente criticado y dejó de ser el mejor calificado a nivel nacional, debido, principalmente, al aumento de impuestos, creación de otros nuevos y reemplacamiento vehicular.

Esto toma un cariz trágico cómico, pues apenas en diciembre se difundió el resultado de una enésima encuesta donde (otra vez), era el non plus ultra de los gobernadores mexicanos.

Debemos entender que culpar a Vila no es del todo correcto. No es el único culpable. Pagaremos más por derechos, por trámites, habrá más impuestos y eso traerá una cascada de incrementos; no olvidemos que hay pendiente en agenda una solicitud de aumento en las tarifas del transporte urbano y que además siguen los despidos en la administración estatal, panorama complicado por ser Yucatán una entidad de bajos salarios y desempleo en aumento.

Este panorama se complicará aún más en lo que resta del año y tendrá un costo político y social…, en torno a esto todas las críticas se dirigirán a Vila, sin enfocarse en quienes convenientemente han guardado silencio y se fundieron en las sombras, lavándose las manos.

¿Entre todas esas protestas contra el gobernador de Yucatán, alguien recuerda el papel de los diputados que aprobaron esos nuevos impuestos? Sería interesante analizar a qué “tribus” políticas pertenecen esos legisladores que lejos de ser representantes populares, solo se representan a sí mismos o siguen las órdenes de sus titiriteros; mucho menos son populares porque no vienen de ese pueblo que votó, ni tampoco saben de luchas sociales, ideología o militancia

Los impuestos de Vila no hubiesen entrado en vigor si el Congreso del Estado no hubiese aprobado su propuesta, lo cual esperaban algunos sectores, por tratarse de un Poder autónomo, dominado por un partido diferente al que postuló al actual gobernador y que debió servir de contrapeso.

Mas ese contrapeso no existió. Quizá, analizándolo maquiavélicamente, alguien pensó como estrategia aprobarlo todo para crear un clima de inconformidad y aprovecharlo en el crecimiento de la imagen personal de esos legisladores locales que dieron el voto a favor.

Nadie habla de ellos, pero tuvieron en sus manos mandar al congelador la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo en vez de dar ese regalo de Navidad y Año Nuevo a los yucatecos.

Total, a quien le reclamarán será al gobernador y nadie pensará en otra cosa. Habrá que ver cómo vienen los discursos proselitistas de los miembros del Congreso, buscando la postulación en las próximas elecciones. Ojalá esta vez la mayoría ciudadana sí tenga memoria.

Hasta la próxima…

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