La enfermedad de Ménière es un padecimiento del oído interno que se caracteriza por la presencia de fuertes mareos (vértigo), silbido en el oído (tinnitus), pérdida de audición y sensación de congestionamiento en el oído.
Una forma de distinguirla es que estos síntomas se presenten sólo en un oído, de acuerdo con el artículo “La enfermedad de Ménière” del Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación.
También se distingue porque los ataques de vértigo aparecen de manera repentina, casi siempre después del silbido en el oído o de no tener buena audición.
En algunas personas este síntoma solo aparece de vez en cuando; sin embargo, en otras pueden manifestarse de manera constante.
En otros casos, menos frecuentes, la enfermedad puede tener una manifestación aguda. Cuando esto ocurre, el vértigo puede ser tan intenso que la persona puede llegar a perder el equilibrio y sufrir caídas graves, a estos episodios se les conoce como “crisis de caída”.
La enfermedad de Ménière se puede presentar a cualquier edad aunque es más común en adultos entre 40 a 60 años de edad.
Los síntomas de este mal ocurren como resultado de la acumulación de líquido en una zona del oído interno conocida como el laberinto.
El laberinto se encarga de regular la función del equilibrio y la audición por lo que la presencia de líquido interfiere con el correcto desempeño de estas funciones.
Hasta el momento de desconocen con certeza las causas de este padecimiento aunque se estima que puede ser una consecuencia de la migraña, derivar de algunas infecciones o alergias y también que podría tener un origen genético.
Los tratamientos principales consisten en la administración de medicamentos para el vértigo, restricción de sal y uso de diuréticos (como cafeína, el chocolate y el alcohol) para controlar los mareo, restricción del cigarro así como inyecciones de corticoesteroides.
Texto: El Universal
Foto: Agencias
