¿Es necesario regular las redes sociales para acabar con el odio colectivo?

Por Eutimio Castro

Bastó solo 7 minutos para que una familia sea insultada, humillada y denigrada en redes sociales, todo porque la madre de familia hizo comentarios negativos respecto a un pib que adquirió en la calle, más que hablar de la ignorancia por burlarse de un platillo típico se habla más de la ignorancia del verdadero poder de las redes sociales.

El poder de las redes va más allí, es una poderosa arma que capta una gran cantidad de negatividad, es un verdadero efecto de complicidad, una complicidad para perjudicar, ya que la gente se une más fácil para linchar y crucificar que para ayudar, es más sencillo unirse para hacer el mal.

Y regresando al caso de la señora, que tuvo el desatino de compartir en redes sociales su opinión respecto a un platillo típico, no hubiera pasado a mayores si el comentario lo hubiera emitido en su circulo de amistades, como la mayoría de las personas hace cuando algo no le agrada, porque es normal que la gente tenga gustos o costumbres diferentes.

El problema fue que lo compartió en la caja de pandora, ahora la mujer junto con su familia tuvo que cerrar sus cuentas de redes sociales, pues la cantidad de insultos y ofensas, inclusive a sus hijos, traspasaron las redes sociales. Ya que los cibernautas, como si fueran investigadores de la policía cibernética, se encargaron de ubicar su dirección y número de teléfono celular.

Y como he mencionado en anteriores columnas, aquí el poder de las redes sociales para crucificar junto con la xenofobia de los yucatecos fue una terrible combinación, que acabo con la tranquilidad de una familia que ignoró el regionalismo y la falta de tolerancia del estado.

Pero hay un tema que sale a relucir, en base al odio que se desata ya que el daño no es solo en redes sociales sino también en la integridad de una persona, y la pregunta es, ¿se deben regular las redes sociales?.

Por todo el mundo, varios países han aprobado leyes que regulan las redes sociales, y a pesar que se menciona que atenta con la libertad de expresión, estas leyes han sido vistas con gran aceptación. Como en Alemania, donde en 2017 se aprobó una ley que castiga los discursos de odio en redes sociales, al igual en Francia, que propuso asignar una responsabilidad legal a las propias redes sociales si estas permiten alojar contenidos indeseables, como la xenofobia, el racismo y el terror.

Antes de pensar en hacer leyes, se debe tener un sentido critico y tolerancia, uno al valorizar el poder las redes sociales, y dos, para ser tolerantes con la forma de pensar de otras personas.

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