En septiembre de 1964, con una donación de la fundación del filántropo español Don Avelino Montes Linaje, nace en el suburbio de San Sebastián una de las escuelas de mayor tradición de la comunidad que lleva el nombre de su benefactor: Avelino Montes Linaje.
Fueron los misioneros de Mary Knoll los que iniciaron esta obra educativa. Poco tiempo después, en 1969, el plantel fue cedido a la Congregación de Jesús María. Actualmente la superiora de la comunidad es la Hna. Natalia Hernández Pérez.
Aunque actualmente es una zona de la ciudad de Mérida habitada en su mayoría por personas de la tercera edad, en medio de comercios de diferente giro, la escuela sigue dando respuesta a los niños y jóvenes del suburbio y otros sectores de la ciudad con una educación integral y cristiana. Hoy son más de 50 las generaciones que han egresado de este plantel.
En un principio surgió con el nivel de primaria y, posteriormente, se abrió el preescolar y la secundaria siguiendo los lineamientos del modelo educativo que desea dar a conocer al Dios Bueno y formar hombres y mujeres que sean agentes de cambio en la sociedad.
“Predicamos una pedagogía humanista, basada en el amor y la prevención, incluyente y respetuosa de la diversidad y cuidado de la naturaleza, basada en los valores evangélicos. Pedagogía que tiene 200 años, y nos fue transmitida por Claudina Thevenet, fundadora de la congregación de Jesús María”, dijo la Hna. Elda Margarita Arjona Lizárraga, administradora del colegio.
Con ellas, la maestras Martha Elena Yah Alcocer, directora general; Teresa de Jesús Partido Castillo, directora de preescolar; María Ángela Sánchez Reyes RJM, directora de primaria, y Landy del Carmen Martínez Vera, directora de secundaria, son las encargadas de continuar la formación de niños y jóvenes, con un nivel académico y formativo de calidad incorporando actividades culturales, deportivas, recreativas, sociales, religiosas, etc. para lograr una formación integral y que de respuesta a la sociedad actual.
Marco Antonio Duarte Montero, egresado de la generación 68-75, Alva Verónica Pompeyo Castillo, de la generación 84-95 y Magda Guadalupe Gamboa Santana, de la generación 72-78, recuerdan con orgullo y satisfacción sus años en el colegio.
“Fue una gran experiencia que ahora comparto con mis hijos, ya que también tuvieron la oportunidad de recibir la mejor educación como yo la tuve”, expresó Marco Antonio.
“El colegio Avelino Montes Linaje forma parte de mis mejores recuerdos ya que ahí conocí a los mejores amigos y me desarrollé como persona”, dijo por su parte Alva Verónica.
“Tengo la fortuna de ser egresada de este colegio. Posteriormente fui maestra de esta institución que fue, en mi vida, un legado de humanismo y formación cristiana”, manifestó Magda Guadalupe, con quien coinciden otros egresados que también comentan sentirse orgullosos de haber estudiado en este colegio.
Texto y foto: Cortesía
