Esto pasa cuando comes huevos crudos

México es el primer consumidor a nivel mundial de huevo, lo señaló Jaime Ruiz, presidente del Consejo Estatal de Productores de Huevo de Jalisco

El huevo es un alimento que nos da muchas proteínas y, básicamente, nunca falta en nuestra cocina. Es muy fácil cocinarlo y se puede hacer de diversas formas: estrellado, cocido, tibio, revuelto y… ¿crudo? Así es, aunque no lo creas, hay personas y culturas que lo comen así, pero, ¿sabes que eso puede traer varios riesgos para tu salud?

De acuerdo al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el interior de los huevos puede tener la bacteria de la salmonella y ésta puede seguir presente si los huevos están crudos o ligeramente cocidos.

Pero la experta en nutrición Fernanda Alvarado, menciona que también se encuentra en la cáscara del huevo.

“La salmonella podría estar en todo el huevo, muchas veces la contaminación es porque la cáscara viene sucia o por contaminación cruzada”, asegura Alvarado.

En caso de que no se cocinen los huevos, se puede llegar a contraer salmonelosis, una infección que, según la Organización Mundial de la Salud, puede provocar fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómito. La enfermedad puede durar hasta siete días.

“La salmonella podría estar en todo el huevo, muchas veces la contaminación es porque la cáscara viene sucia o por contaminación cruzada”, asegura Alvarado.

Las personas más vulnerables a este padecimiento son los bebés, niños, mujeres embarazadas, ancianos, personas con diabetes, VIH o enfermedades crónicas.

Un tip para mantener los huevos a salvo de esta bacteria es refrigerarlos. Y trata de evitar aquellos que estén agrietados o sucios.

Otro de los efectos negativos que puede producir comer huevos crudos es que las proteínas de este alimento no se absorban por completo por nuestro cuerpo. Un estudio publicado en la Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos, demostró que el 90% de las proteínas de los huevos cocidos se absorbieron, comparado con el 50% de los huevos sin cocción.

La clara del huevo tiene una sustancia llamada avidina (que desaparece con el calor), que, si bien es una buena fuente de proteína, impide que los intestinos absorban la biotina (vitamina B7) que se encuentra en la yema, lo que dificulta la síntesis y degradación de grasas y aminoácidos. Aunque para que esto suceda, se deben consumir muchos huevos crudos, más o menos, 12 por día.

Ahora, si lo que te preocupa es que al cocerlo se pierden sus proteínas y nutrientes, la mejor forma de conservarlos es cocinarlos con la cáscara, es decir, hacer huevos cocidos, así se mantienen encapsuladas sus propiedades y no le añades más ingredientes como aceite o sal.

“La mejor forma de cocinarlos es pochados, porque en la clara es en donde se concentra la proteína que necesita el calor para los aminoácidos y los puedas eliminar tu cuerpo de forma correcta. En la yema se concentran las vitaminas, si se calientan mucho pierden sus propiedades, entonces lo ideal es que la clara esté bien cocida y la yema firme”, recomienda Alvarado.

Fernanda Alvarado es especialista en nutrición y educadora en diabetes, escribe la sección “Zona Saludable” en el suplemento impreso de Menú de El Universal. Cuenta con estudios de educación continua en nutrición y formación como promotora de salud por parte de la Universidad Iberoamericana. Candidata a maestría en nutrición y dietética con especialidad en nutrición comunitaria.

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Texto: El universal

Foto: cortesía

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