Estudio pone a Kanasín como el peor lugar para vivir

Kanasín.- las condiciones violatorias a los Derechos Humanos que imperan en el municipio de Kanasín se suman las de la vivienda y desarrollo urbano que padece la localidad, considerada por especialistas en el ramo, el peor lugar para vivir.

De acuerdo con información de Uno Consulting, especialistas en materia de desarrollo urbano, en la localidad se ha erigido vivienda que por sus malas condiciones no puede rebasar una oferta de 220 mil pesos, debido a la zona.

El municipio ha registrado asentamientos irregulares desde hace mucho tiempo y los fraccionamientos que se construyen en el lugar reportan, cientos de familias que han tenido la suerte de instalarse ahí, una calidad por demás pésima.

Uno de esos fraccionamientos popular por la amplia lista de carencias, que van desde vialidades, hasta material de construcción, pandillerismo, así como robos, es Villas de Oriente, en los límites del municipio que encabeza William Pérez Cabrera.

Esto, ante la falta de regulación de las autoridades municipales que ya para este año prevén la construcción de al menos dos nuevos fraccionamientos en la comunidad, según consta en convocatorias para entrega de Impacto Ambiental ante la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Gobierno del Estado de Yucatán.

Ayer informamos que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) emitió en su informe correspondiente al 2018, que Kanasín figura como el municipio con los mayores índices de violaciones a derechos, convirtiéndolo en un auténtico paraíso de agresiones a sus habitantes.

Además, cuenta con un considerable índice de problemas sociales, entre ellos, el suicidio, ocupando la segunda posición después de Mérida, que, por el número de habitantes, genera que dicho problema social en este municipio conurbado sea de alarma.

La presunta “ciudad”, a cargo de William Pérez Cabrera, figura en la totalidad de los puntos que la Codhey expone como carencias, no solo en materia de derechos humanos, sino en carencias sociales a servicios básicos, como la salud.

Texto y foto: Iván Duarte

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