Eternamente eterno Manzanares…

…un año después de su partida pienso en él. Etéreo. Le recuerdo etéreo, de personalidad rotunda y al mismo tiempo siempre a punto de desvanecerse. Místico. Tan lejano a veces, ausentes sus pensamientos en únicamente él sabe qué ruedos, tan distinto. Diferente. Único y flamenco. Torero y taurino y Maestro… Alguien de verdad. Inimitable…

De los que escriben con oro y luces su nombre en la memoria. Manolete. Dominguín. Antonio Ordòñez. David Silveti. Manzanares…

Sevillano y de Santa Cruz. Alicante en piel y acento y corazòn. Y esa cadencia…una vez le aguardaba en un hotel para platicar con él de su burel y me fascinò cuando bajaba la escalera, toreando en el tiempo y en el momento. Sevillano de raza, de Maestranza, de Puerta del Príncipe, de sentimiento, de lances y de emociones.

Josè Mari Manzanares presenciò a mi querido Juli, Juli todavía niño, hacerse matador de toros en Nimes. Encantaba a mi mago Talavante, Alejandro reconoce nutrirse de sus palabras y de su sabiduría. Era “el que todos quisieran ser”. Lama de Gòngora le adora, Esaú, Pablo Aguado… Todos! Era rondeño también, Antonio Ordòñez le quería muchísimo.

Era hijo de un hombre singular: Pepe! Puro. Puro Pepe Manzanares!

Manzanares moría hace hoy un año. En silencio. De repente. Se iba, como se iba octubre, se iba de su tierra y sus terrenos, nacía la leyenda… El torero romántico. Un bohemio. Una guitarra rota en mil sones aflamencados. Un ser auténtico. Una voz desgarrada y dulce. Un poema jondo. Un suspiro de Mediterráneo y sevillanía…

Queda en el recuerdo su capa de seda y fantasía, la muleta larga y bella y larga y bella y larga y bella y Manzanares en franela y él, sus silencios, sus ritmos, una mirada profunda y entera y etérea… Y la elegancia innata. Porque la clase se tiene o no se tiene, como el duende. Manzanares tenía las dos cosas. Y tres y cuatro… Manzanares lo tenía todo…

Cara de matador clásico, porte añejo, tez aterciopelada, mil faenas en el ruedo, mil faenas en la cabeza, muy querido en el toreo… Como una copa del mejor vino. Manzanares: grande de grandes… La última vez que le vi fue tras el festival de La Puebla en octubre de 2012. Estaba sentado en un bar, tan él, tan torero, con su fragancia y su bohemia…

Manzanares: Ronda, Sevilla, el mar, la pureza, el lance bello, el toreo exquisito, el acorde único, Manzanares y la muleta, estética, alma, elegancia… Eternidad!

Dedicado a su eterna memoria, Maestro!

Dedicado a José Mari Manzanares
Dedicado a Ana, José María, Yeyes, Manuel
Dedicado a Luisito…

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