Exconvento San Francisco de Asís, orgullo de umanenses y yucatecos

Considerada como una de las cinco iglesias más hermosas en todo Yucatán, el Exconvento y Parroquia de San Francisco de Asís, es orgullo de los umanenses, quienes inclusive han incluido en la parte superior del escudo de armas de la ciudad, la imagen de la cúpula, (terminada de construir en 1796), coronada por 17 estrellas que simbolizan a la cabecera municipal y sus comisarías.

La magnitud de las dimensiones de esta edificación, que fue concluida en los últimos años del siglo XVIII, deja gratamente sorprendidos a los visitantes, a los que llama poderosamente la puerta principal que luce tres arcos ojivales, y a los costados cuatro pilastras que sostienen un segundo cuerpo en el que se encuentra un nicho de arco de medio punto con un frontón triangular.

De acuerdo a planos que se encuentran en el Archivo General de Indias, se cita en la página de internet “Somos Umanenses”, la fachada remataría con una torre central, la cual no llegó jamás a construirse, quedando inconclusa la mitad del segundo cuerpo de la portada principal. También existe una leyenda que cuenta del naufragio frente a las costas de Campeche, del barco en el que se traían desde España las campanas para la Iglesia de Umán y las de San Cristóbal.

Completan su bello aspecto exterior, las diez corpulentas columnas distribuidas en sus muros laterales con remates de forma piramidal que coronan la azotea.

Los dibujos arquitectónicos que sirvieron para esta construcción que tiene reminiscencia del gótico, fueron hechos por indicaciones del presbítero Ignacio de Zepeda y Lira, cura de Umán, criollo nacido en Mérida y de padres españoles.

El autor de dichos planos parece haber sido un Juan de Torres quien firma como “Director de la fábrica de la Iglesia de Umán” y cuya rúbrica aparece en los documentos relativos a dicha obra. Dada la unidad y el rigor de su concepción y estilo se cree que es muy probable que el diseño de la Iglesia de Umán se deba a Torres prácticamente en su totalidad.

En su amplio interior cuenta con un amplio altar y una enorme cruz de madera que a los costados conserva antiguos retablos que guardan diferentes imágenes religiosas. Entrando por el acceso principal, puede verse el bautisterio, la pila bautismal de piedra.

Por el año de 1913, durante la época gubernamental del ingeniero Eleuterio Avila, aprovechándose del caos del período preconstitucional, ordenó que se abriera la actual calle 18 que pasa por el fondo, demoliendo dos piezas de mampostería del exconvento y segregando la mayor parte de la huerta que ahora forma el terreno que se ve lindando con las calles 21, 23, 16-A y 18. Este terreno es el que ahora es empleado como campo de softball.

En Umán además de ser el santo Patrono San Francisco de Asís, se celebra con gran devoción en el mes de septiembre al Cristo del Amor, y existen gremios de tradición centenaria como el de Comerciantes y Pobres, que en este 2020 cumple 124 de existencia.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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