EL EXGOBERNADOR DEL ESTADO DE QUINTANA ROO Roberto Borge llegó ayer al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para hacer frente a las acusaciones de corrupción, tras ser extraditado desde Panamá, donde fue detenido el pasado junio.
El exmandatario estatal arribó sobre las 13:20 hora local (19:20 GMT) al hangar de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) del aeropuerto capitalino, donde le hicieron un breve reconocimiento médico antes de presentarlo ante el juez y trasladarlo a un penal de Nezahualcóyotl, en el céntrico Estado de México.
Borge, quien gobernó Quintana Roo de 2011 a 2016 por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), será juzgado por cargos federales y del fuero común, incluyendo lavado de dinero, aprovechamiento ilícito del poder, peculado (malversación de fondos públicos) y desempeño irregular de la función pública.
Se estima que la malversación de fondos estatales durante el mandato de Borge llegó a la cifra de 150 millones de dólares.
El exgobernador llegó en un avión privado tras unas cuatro horas de vuelo, pues salió de la base aérea “Capitán Juan Delgado”, donde se encuentra la pista del hangar del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá, sobre las 10:00 hora local (16:00 GMT).
Había arribado a la terminal aérea panameña una media hora antes, fuertemente escoltado.
Desde su detención el 4 de junio pasado en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, de Panamá, cuando se disponía a tomar un vuelo a Francia, Borge pasó siete meses detenido en varias cárceles, hasta ser entregado este jueves en extradición a las autoridades mexicanas.
A su llegada a México, acompañado por agentes de la Fiscalía, fue recibido por su abogado, Mario López Padilla, quien ingresó en un vehículo particular al hangar de la PGR.
En las próximas horas se espera que Borge comparezca ante el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Estado de México, Enrique Beltrán, con sede en Nezahualcóyotl, quien libró una orden de detención en su contra por lavado de dinero el 31 de mayo pasado.
El Gobierno de México agradeció ayer la colaboración de Panamá en la detención y extradición del exgobernador Borge y así “hacer efectivos los compromisos asumidos por ambos países en el tratado de extradición celebrado en noviembre de 2004”.
En México, una veintena de exmandatarios estatales enfrentan escándalos de corrupción, y varios de ellos son buscados por las autoridades o están enfrentando procesos judiciales.
TRAS 110 DÍAS “SIN VER LA LUZ DEL SOL”, BAJA 20 KILOS Y “AUMENTA SU FE”
Antes de ser extraditado a México, el ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, estuvo 110 días “sin ver la luz del sol” durante su reclusión en la cárcel de la Policía Nacional en Panamá, aseguró Arturo González Baso, uno de los abogados que llevó su defensa en esa nación.
Además dijo que sus problemas gástricos y del corazón se agudizaron durante su encierro debido a la deficiente alimentación que recibió en la prisión.
Esa es la causa por la que hoy lució demacrado, pálido y con 20 kilos menos, en las imágenes difundidas sobre su traslado del Aeropuerto Internacional de Tocumen, Panamá, hacia México, donde enfrentará cargos por Operaciones con Dinero de Procedencia Ilícita, Peculado, Desempeño Irregular de la Función Pública y Aprovechamiento Ilícito del Poder.
“El señor Borge estuvo 110 días sin ver la luz del sol, desde el 21 de septiembre, cuando lo llevaron de la cárcel del Renacer a la sede de la Policía Nacional, hasta hoy, que fue extraditado. Vimos a un Roberto Borge pálido, por falta de bilirrubina, al no estar en contacto con el sol. Él estaba encerrado en una celda de dos por tres metros, en condiciones verdaderamente grotescas”, informó en entrevista con El Universal, Arturo González Baso, uno de los abogados que llevó su defensa en Panamá.
Antes de arribar el avión que lo trae hacia México, Borge Angulo fue examinado por personal médico de la Procuraduría General de la República (PGR), que verificó su estado de salud, lo que no ocurrió en la prisión en que se encontraba confinado, según el litigante.
Según González Baso, el ex mandatario de 38 años tiene problemas de presión arterial, que le producen mareos, desvanecimientos y síncopes; además de que padece problemas gástricos, que se agudizaron por la alimentación deficiente en la prisión.
“A él le practicaron en el pasado dos operaciones; una de ellas, por una hernia hiatal, que le genera reflujos y ardor en el estómago; la otra por una banda gástrica, que lo obligaba a mantener una dieta especial, o sea él no podía comer cualquier cosa. En la prisión la calidad de la comida era deficiente y le provocaba diarreas constantes; el señor perdió 20 kilos en los 110 días que estuvo ahí, por eso se le ve delgado, demacrado”, sostuvo.
Otro detalle que no pasó desapercibido en torno al político, fue el rosario negro que colgaba de su cuello. Su abogado aseguró que es el mismo que portaba el 4 de junio cuando fue detenido en Panamá y, añadió, que la permanencia de Borge Angulo en la cárcel “aumentó su fe”.
Texto y fotografías: EFE y El Universal
