Falso razonamiento

Mario Barghomz

mbarghomz2012@hotmail.com

¿Qué es un falso razonamiento? Si es un razonamiento ¿por qué es falso?

La tarea de razonar (que depende de nuestro cerebro, de nuestra mente) es un previo juicio para llegar a la verdad. Pero cuando razonamos (o intentamos hacerlo) necesitamos elementos de conocimiento, educación y cultura para razonar correctamente. De lo contrario, si no sabemos o conocemos de qué se habla, lo que pensemos, digamos o impugnemos tenderá siempre a ser falso. En este caso una cabeza vacía no sirve de mucho.

Platón hablaba de dos tipos de razonamiento, por cierto, del “doxológico” que se nutre de un tipo de conocimiento equivocado, de aquello que uno supone o imagina, y del “epistémico”, el conocimiento verdadero y que finalmente termina dándole nombre a la ciencia que se encarga del estudio del conocimiento: la Epistemología.

Y es que cuando se habla, cuando se intenta demostrar algo como cierto o verdadero y no se sabe lo suficiente al respecto, se cae en el “error de la disponibilidad”, expresión que se usa también para señalar aquello donde se carece del suficiente conocimiento (mental y gramático) para expresar o demostrar de una manera más convincente, precisa, cierta o clara, aquello que se juzga como verdadero.

El “error de disponibilidad” es muy común en aquellos que con base en juicios muy chatos derivados no de conocimiento, sino de todo tipo de información también ambigua o falsa como mucho de lo que hoy circula por las nuevas redes sociales (Facebook, Instagram, Whatsapp…) y se distribuye de lector a lector hasta hacerse viral como cierta y veraz sin serlo; abona el poco criterio de muchos que así la utilizan. Pongo un ejemplo: “¡esas vacunas matan!”; argumento que ha circulado de manera exponencial sobre las vacunas del COVID-19, lo que amedrenta y asusta a todos aquellos que ante lo expuesto reaccionan visceralmente y que quieren razonar después sobre un asunto que realmente desconocen. Que alguien muera o algunos mueran luego de una o cualquier vacuna, no demuestra que las vacunas maten o alguna en particular lo haga cuando la mayoría de las personas realmente no mueren al ser vacunadas.

El falso razonamiento se respalda siempre en “lo que se dice”, en el error básico de la disponibilidad de una información poco fiable que circula a discreción y sin ningún filtro o poca restricción por las redes. El falso razonamiento es aquel que se hace con información imprecisa o equivocada, con aquello que “mucho se dice” o “algunos dicen” (todas falacias gentilicias) o ejemplos dramáticos fuera de un marco de referencia estadístico o ciertamente confiable.

Es un falso razonamiento decir –pongo otro ejemplo- que todos los chinos comen ratas porque alguna vez “lo oí decir” o “lo leí por ahí” o “alguien –no sé quién- me lo dijo”. Este argumento es falso.

Todo buen razonamiento debe sin duda fundamentarse en la inteligencia y cultura de un conocimiento que permita entender y comprender a “ciencia cierta” aquello sobre lo que se razona. De otra manera lo que se exponga o se diga será siempre falso.

Nuestro cerebro visto desde la neurociencia razona con base en dos tipos de conocimiento: el “semántico” o aprendido académicamente y a través de la lectura de libros, y el de nuestra propia “experiencia”. No existe otra forma en que nuestro cerebro pueda razonar objetivamente. Aunque cabe aclarar que el simple acto de pensar no es razonar ya que se puede pensar sin razonar. Pensar por ejemplo en unicornios o sirenas tiene que ver más con la imaginación del pensamiento que con el razonamiento. De igual modo sentir, presentir o percibir tampoco es razonar aunque estos estados de la mente tengan que ver con el pensamiento.

Entonces, no se razona con aquello que primero se nos venga a la mente (“error de disponibilidad”) o amparados en “lo que se dice” o “se cuenta”, sino con lo que realmente se sabe. Y saber nos ayuda a entender (no a suponer) y finalmente a comprender.

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