Fiscal general de EU niega fraude electoral

Donald Trump sufrió ayer su enésima y, probablemente, más grave derrota hasta ahora en la batalla judicial que ha puesto en marcha contra los resultados electorales tras agitar acusaciones infundadas de fraude. El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, afirmó el martes que el Departamento de Justicia no ha hallado pruebas de ningún caso de irregularidad de suficiente entidad como para revertir la victoria del demócrata Joe Biden. Barr, criticado a menudo por servir a los intereses del presidente, corta el paso a la campaña de Trump, que sigue sin reconocer al presidente electo Biden, pese a que hasta ahora se ha estrellado en todos los tribunales.

“Hasta la fecha, no hemos visto fraude a una escala que hubiese podido afectar y dar lugar a un resultado diferente en la elección”, dijo Barr en declaraciones a la agencia Associated Press, dando algo parecido a un tiro de gracia a la ofensiva legal del mandatario. Al poco de declararse su derrota electoral, pese a distanciarse de las teorías conspirativas de Trump y su círculo, Barr le había dado un espaldarazo instruyendo a los fiscales federales de todo el país a investigar las acusaciones que fueran “claramente creíbles” y afectase al resultado. Esa intervención resultó atípica, ya que la supervisión del desarrollo de las elecciones es responsabilidad de los Estados.

Según ha explicado a AP, tales acusaciones no han encontrado base. “Se ha afirmado que podría haber fraude sistémico y que algunas máquinas estaban programadas para, básicamente, distorsionar los resultados electorales. El Departamento de Seguridad Interior y el Departamento de Justicia lo han mirado y, hasta la fecha, no han visto nada que sustancie eso”, explicó el fiscal.

Poco después de hacerse públicas las declaraciones, el fiscal general acudió a la Casa Blanca a una reunión. Los abogados del presidente replicaron que el Departamento de Justicia no había investigado de veras.

Mientras toda la estratagema legal se desmorona como un castillo de naipes, los rumores sobre un futuro político con Trump en primera línea proliferan. Su entorno ha dejado caer que planea volver a la carga y presentarse candidato en 2024, aunque para entonces se encontrará con rivales del partido que le disputen el propio trumpismo.

Texto y foto: Agencia

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