Por: Arturo Platas
La gestión de Martino pro-talento de México es clave para las esperanzas de éxito en un futuro.
El seleccionador del Tri y ex-entrenador del Atlanta ha abrazado algo que se oye a menudo, considerado por los líderes en el campo de juego una filosofía de “el que sigue”.
Jonathan dos Santos tuvo que retirarse del campamento el miércoles debido a una lesión, pero aunque México querrá que se recupere bien para 2020, en gran medida no es una preocupación.
Martino trajo al centrocampista de Monterrey, Carlos Rodríguez, del equipo sub-22 de México que se preparaba para los Juegos Olímpicos. El propio Rodríguez es reemplazado en ese equipo por Pablo López de Pachuca.
Es una cinta transportadora de talento que el entrenador espera poder seguir desarrollando.
Si el Tri tiene que sufrir una lesión en cualquier posición, sería el papel de centrocampista de dos vías realizado no solo por Dos Santos y Rodríguez, sino también por Andrés Guardado, Erick Gutiérrez y otros jugadores capaces en el grupo.
Sin embargo, incluso en otros departamentos, Martino busca obtener un nivel de profundidad similar.
Su estrategia de atraer en su mayoría a jugadores jóvenes para la Liga de Naciones de Concacaf, complementada con unos pocos jugadores con sede en Europa, la mayoría de los cuales han jugado en la Copa del Mundo, está llevando a un impresionante número de jugadores con experiencia internacional.
Cuando el defensor de Chivas, Hiram Mier, tuvo que retirarse del campamento de noviembre, fue reemplazado por su compañero de equipo, Gilbert Sepúlveda.
¿Alguno de esos defensores de Guadalajara estaría en una lista para un partido de clasificación para la Copa Mundial o incluso tendría alguna oportunidad de dirigirse a Qatar? Por el momento no.
Pero al traerlos, ver cómo funcionan y mostrarles lo que quiere de ellos, Martino está preparando a El Tri para el futuro.
