Hacienda San Antonio Too, sinónimo de tranquilidad

Ubicada entre Ixil y Mocochá, la Hacienda San Antonio Too es un lugar muy especial para visitar, si a usted le gusta disfrutar de una paz y tranquilidad, que solo se rompe en contadas ocasiones al año, en estos días de carnaval, en los que los reyes de la cabecera municipal visitan esta comunidad y en el mes de abril, cuando sus habitantes celebran a la Virgen de la Asunción y a San Antonio de Padua.

A diferencia de muchas haciendas que conservan antiguas iglesias, en el caso de esta pequeña población, comentan sus habitantes, ésta se cayó de antigua, razón por la que recientemente se construyó una nueva capilla, para la cual inclusive se realizan actividades de colecta para recaudar fondos y continuar con sus mejoras.

La anterior estaba dentro de los terrenos de la ex hacienda, que de acuerdo al autor del libro “Antecedentes Históricos de la Hacienda San Antonio Too Yucatán”, Venancio Narváez Ek, perteneció al Lic. Don Manuel Pasos Gutiérrez, y su esposa Doña Gertrudis Bolio de Pasos. 

X-TOO es la manera en la que se llama al hermoso pájaro de plumaje azul, que por tener una larga cola que mueve a manera de péndulo es conocido como pájaro reloj de plumaje azul”, y que por lo general abunda en los árboles de las huertas.

Es tal la importancia de esta ave, que en abril del año pasado, en los muros de la ex hacienda, justo en lo que fuera la entrada principal, se pintó su imagen, lo que hoy dicen los vecinos se ha convertido el lugar preferido de quienes pasan por la población para tomarse la foto del recuerdo.   

Según la tradición, a los hijos de los amos de la hacienda les gustaba mucho el canto de ese pájaro. Una de las hijas que se llamaba Teresita pidió a su papá que sea bendecido el nombre de la hacienda TOOO, TOO, TOO, CHOCO-HUA-CHOCO-HUA, también significa (tortilla caliente); de aquí le impusieron el nombre de San Antonio TOO, pues ellos fueron los fundadores del casco cuando apenas era tan sólo un rancho.

La descendencia de este matrimonio, incluía a Manuel, Salomé, Pepe, Rafael, Roberto, Tulita, la mencionada Teresa, Pastora, Carlos, Joaquín este último casado con la señora Eliza Fernández de Pasos.

Entre los nietos, Narváez Ek enlista en su obra a Ricardo, Joaquín, y también a Alberto Pasos Fernández, quien fue copropietario de la zapatería “El Águila” en la capital yucateca. Son todos estos los que formaron parte de la descendencia y que fueron herederos, los cuales cooperaron con sus padres y abuelos en la administración de la Finca, y fomentaron el casco de la hacienda.

En el caso de Too, al igual que la mayoría de las otras haciendas, dejaron de serlo, con peones para el cultivo de henequén, para convertirse en un ejido, es decir, en una unidad colectiva autónoma, con derecho comunitario de propiedad de la tierra, a partir del año 1937, después de los decretos que establecieron la reforma agraria en Yucatán, promulgados por el presidente Lázaro Cárdenas del Río.

A partir de su cierre, el dueño repartió a sus trabajadores terrenos al interior de su propiedad en los que fueron construyendo sus casas, conservándose a la fecha el casco de la hacienda como propiedad privada.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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