Hallan artefactos explosivos dirigidos contra Clinton y Obama

Los dispositivos son similares al que recibió el lunes el magnate George Soros. Los incidentes tienen lugar en la recta final de la campaña de las legislativas de noviembre próximo

Las autoridades Federales en Estados Unidos están investigando el hallazgo de una serie de potenciales artefactos explosivos enviados a la residencia de la ex primera dama Hillary Clinton, en Chappaqua, y al expresidente Barack Obama, en Washington. Los paquetes son similares al encontrado el lunes en la mansión del magnate George Soros, en los suburbios de Nueva York. También se dirigieron cartas a John Brennan, antiguo jefe de la CIA, y a Eric Holder, que ocupó el cargo de fiscal general con Barack Obama. Horas después, el presidente Donald Trump condenó los incidentes sin mencionar los nombres de los afectados: “En estos tiempos tenemos que unirnos y enviar un mensaje muy claro, fuerte e inequívoco de que los actos o amenazas de violencia política de cualquier tipo: no tienen lugar en los Estados Unidos de América”.

El Departamento de Policía de Nueva York tuvo que desalojar la sede de la cadena CNN en el rascacielos Time Warner. Ahí se interceptó el paquete dirigido a Brennan. Los empleados y el centro comercial fueron evacuados durante varias horas como medida de precaución. Los sobres contenían un pequeño tubo taponado por los extremos, con, supuestamente, material explosivo en el interior. Trump confirmó desde la Casa Blanca que ya hay una investigación federal en curso: “Vamos a llegar al fondo de todo esto”.

En un momento, una fuente de la Casa Blanca afirmó que habían hallado un dispositivo sospechoso, pero el Servicio Secreto dijo que esa información era “incorrecta”. “Estos actos terroristas son despreciables”, sostuvo la portavoz del mandatario, Sarah Sanders. El vicepresidente Mike Pence agregó a través de su cuenta de Twitter que “estos actos cobardes no tienen cabida en este país”.

Los incidentes tienen lugar en la recta final de la campaña de las legislativas del 6 de noviembre, en las que el Partido Republicano se juega conservar el dominio del Senado y la Cámara de Representantes.

El tono de la campaña se ha endurecido en las últimas semanas, en las que el presidente ha arremetido contra los demócratas, llegando a acusarlos de ser los responsables de la caravana de migrantes que recorre estos días México en dirección a la frontera con Estados Unidos. Además, en los últimos meses el mandatario ha recrudecido la guerra personal que libra con la prensa crítica, en particular contra la CNN.

En el caso de la residencia de los Clinton, el paquete sospechoso fue interceptado a última hora del martes por el personal del Servicio Secreto que protege la residencia. El expresidente se encontraba en el interior en el momento de la recepción del paquete mientras que la ex primera dama participaba en un evento en Florida. Hillary Clinton declaró tras el incidente que como persona estaba bien, pero que como estadounidense estaba muy “preocupada”. “Es un momento de gran división, hay que hacer todo lo posible para volver a unir nuestro país. También tenemos que elegir candidatos que hagan lo mismo”, apuntó.

El Servicio Secreto también interceptó la mañana de ayer un paquete similar dirigido a la residencia del expresidente Barack Obama en Washington. “Hemos iniciado una investigación penal”, anunció Mason Brayman, agente especial a cargo de la seguridad de Obama, “vamos a utilizar todos los recursos federales, estatales y locales para determinar la fuente e identificar a los responsables”.

“Es un acto de terror dirigido a minar nuestras libertades”, declaró en rueda de prensa el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, “no podemos dejar que los terroristas nos intimiden”. “Este es el mundo en el que vivimos”, añadió al valorar la situación el gobernador Andrew Cuomo, “el terrorismo solo funciona si se le permite”.

El responsable de los dispositivos hallados en las casas de los expresidentes sería el mismo que envió el paquete a la residencia de Soros, según dos oficiales citados bajo anonimato por The Washington Post. El primero llegó a la residencia de Soros. El magnate se convirtió en una especie de bestia negra para los conservadores nacionalistas estadounidenses por su apoyo, con su fortuna, a las causas demócratas.

Texto y fotos: Agencias

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