Hamburguesas Willy’s, una historia de superación

Don Alfredo Uc Herrera encuentra en las hamburgesas el método perfecto para sacar adelante a su familia

Por su sabor, las hamburguesas al carbón de Don Willy no tienen comparación. Son ya más de 25 años, tal vez 27, los que han transcurrido desde que abrió sus puertas este local ubicado en la calle 21 entre 46 y 46 A de Pacabtún, y que poco a poco se ha consolidado en el gusto de los comensales que desde diversos puntos de la capital yucateca llegan para disfrutar de alguna de las diez variedades que se ofrecen.

El éxito de este negocio familiar es algo que vale la pena destacar, ya que detrás se encuentra el esfuerzo de su propietario, don Alfredo Uc Herrera, a quien todos le llaman “Willy”, por el nombre del local, que en la actualidad tiene 78 años de edad, y que hace 4 décadas llegó de X-kanchakán, una hacienda perteneciente al municipio de Tecoh. Con apenas estudios de segundo grado de primaria no buscaba la manera de completar para alimentar a sus seis hijos, por lo que para ahorrar tenía que ir caminando a su trabajo desde una colonia ubicada a espaldas del Conalep hasta la Garcia Ginerés.

Finalmente, con un sueldo de 16 pesos al mes, no tuvo más opción que renunciar a ser obrero para dedicarse a hacer trabajos de desyerbo e inclusive reparar hamacas, hasta que un día a Willy, uno de sus hijos, se le ocurrió vender hamburguesas al carbón y desde entonces fueron alcanzando pequeñas metas, como primero sobrevivir, ahorrar, rentar un local, y finalmente adquirirlo.

El negocio a la fecha se ha vuelto familiar, sus hijos Luis e Isaac y su nuera Yanine, se encargan de la administración y la preparación de las hamburguesas, labor de la que muchos años se encargó el jefe de familia, a quien todas las noches se le veía con mandil, gorra y espátula para levantar la carne del asador alimentado con leña, y junto a él un ventilador para avivar el fuego.

“Comenzamos este pequeño negocio vendiendo cochinita y no pasó nada, hasta que hicimos hamburguesas al carbón. Comenzamos con tres tipos de hamburguesas, las sencilla, tradicional y especial, pero la gente poco a poco nos pedía que le pongamos algún ingrediente más y así le buscamos algún nombre para ponerla en el listado, y así tenemos hoy la K-Piña, la Texana, la Italiana, la Americana, la Súper H y la Willys con doble carne que cuesta 60 pesos”, dice Luis Uc Chi, quien en la actualidad es el encargado de la administración de este negocio familiar que con mucho esfuerzo comenzó a cimentar su padre, de quien además del trabajo honrado aprendieron también a no fumar, tomar o tener algún otro vicio.

“Aunque toda la familia apoya, mi papá es el motor de esto, él fue quien trabajó todo este tiempo para lograr lo que hoy tenemos, iniciamos pagando renta en este local, y un día vino el dueño a decirnos que teníamos unos días más para desalojar porque pretendía venderlo, y mi papá le dijo que no nos iríamos porque él había ahorrado durante 10 años y adquirió la propiedad”, explicó Luis quien subraya que el menor ejemplo que su padre les ha dado es el trabajo honrado y no rendirse para alcanzar las metas.

Luis es contador y es él quien se encarga de llevar toda la administración del local en el que también apoyan su hermano menor y su cuñada, que son quienes se encargan en la actualidad del proceso de cocción y preparación de las hamburguesas, una labor que durante muchos años realizó “Don Willy”, quien recordó por unos momentos esta labor y preparó para el equipo de Peninsular Punto Medio una espectacular Hamburguesa con champiñones y piña, acompañada de unas papitas fritas y una refrescante agua de jamaica.

“Gracias a Dios, a pesar de que estamos pasando un momento complejo por la pandemia de coronavirus, no nos hemos quedado sin vender, aunque ya no tenemos mesas, la gente llama al 9821539

para hacer su pedido y pasar por él, no tenemos servicio a domicilio. Somos muy afortunados porque en este tiempo hemos visto como muchos restaurantes grandes han pasado apuros y hasta han tenido que cerrar definitivamente”, dijo Luis, quien recordó que entre los visitantes que regularmente acuden a su establecimiento se encuentra uno de los hijos del inolvidable Ramón Valdez, Esteban Valdez.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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