Por Eutimio Castro
En estos días, empresarios integrantes de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación alzaron la voz para denunciar los altos costos de la luz en Yucatán (Canacintra), por lo que convocan a un magno apagón este próximo 13 de noviembre de 7 a 8 de la noche, por lo que es importante que como ciudadanos nos sumemos a esta protesta, ya que Yucatán merece un mejor servicio de energía eléctrica.
En este sentido, los empresarios solicitaron a la Comisión Reguladora de Energía una disminución o la homologación en el costo, para que la región sea más competitiva respecto a la zona norte del país, pues en la entidad se paga 25 pesos más el kilowatt por segundo que en el resto del país.
De lograr este objetivo, se dejaría de pagar 788 millones de pesos al año, lo que permitiría que las empresas locales incrementen su planta laboral dando empleo a tres mil personas. Pero, con esta protesta que se pretende, también esta incluida la población, porque a pesar de las altas temperaturas y, por ende, el alto consumo de energía eléctrica que esto causa, más del 80 por ciento del territorio del estado paga la tercera tarifa más cara de todo el país.
Y al hablar del cobro de energía de una casa – habitación, el costo aún sigue siendo alto, esto a pesar de que el año 2017 hubo una significativa reducción en el área metropolitana, pero para el interior del estado, en varias zonas sigue siendo el mismo costo.
Pero también hablemos del servicio, del trato a los clientes, ese servicio que sigue dejando mucho que desear, y es que tan sólo para ir a pagar a CFEmático, en ocasiones termina siendo una tremenda odisea, esto sumado a las fallas de las tarjetas inteligentes.
Pero aún más, para reportar algún incidente como la falta de luz en la colonia o problemas con el medidor, ya no existe la preocupación de otorgar un servicio de calidad, pues el trato de los operadores telefónicos es muy indiferente.
Por eso es importante que este próximo 13 de noviembre de 7 a 8 de la noche apoyamos esta protesta, no sólo por el alto costo de la energía eléctrica, sino para poner un alto al pésimo servicio de una empresa que algún día se autodenominó de clase mundial.
