Por: Carlos Pérez
Hay muchas versiones sobre el origen de esta forma de trabajo, algunos dicen que nace con la generación de los millenials que no quieren permanecer mucho en un solo sitio, otros se lo atribuyen a la tecnología, donde el internet se convirtió en la columna vertebral de las empresas. Según la Ley Federal del Trabajo en el artículo 311 define “Home Office” como: Trabajo a domicilio es el que se ejecuta habitualmente para un patrón, en el domicilio del trabajador o en un local libremente elegido por él, sin vigilancia ni dirección inmediata de quien proporciona el trabajo.
Hoy en día el home office está transformando la forma de trabajo en México. Según la empresa en tecnológica Citrix, para 2020, 80 por ciento de las actividades laborales se realizarán desde otro sitio fuera del lugar de trabajo. México ocupa el tercer lugar en América Latina con el mayor número de colaboradores que trabajan desde casa, sólo por debajo de Argentina y Brasil. Para algunos el beneficio para las marcas es hasta 30 por ciento menos en sus costos de operación.
Según el sitio del heraldodemexico.com, 48% de los trabajadores mexicanos se cambiaría de trabajo si le brindan la opción de trabajar de manera remota y 57% de las compañías utilizan el home office. Estos números nos indican el crecimiento y la importancia de adaptarnos a nuevas formas laborales; sin embargo, comentemos qué beneficios y desventajas puede traer esta estrategia, empecemos por lo positivo: representa un incremento en la productividad, reducir gastos con políticas de trabajo remoto, disminuye el ausentismo laboral cuando el trabajador maneja sus horarios, baja la rotación, reduce los tiempos de desplazamiento y según la Organización Mundial del Trabajo (OMT) permite una mayor organización del tiempo de trabajo, mejora de la conciliación entre la vida laboral y la personal. Y en las desventajas se encontró por la misma OMT la tendencia a trabajar más horas, interferencia trabajo-casa en momentos laborales, trabajo extra desde el hogar que son horas extras no pagadas.
Si la empresa y el trabajador logran un engranaje perfecto, donde el ganar – ganar sea el objetivo, el Home Office es una muy buena estrategia laboral. No todos los giros ni todas las empresas pueden funcionar bajo esquemas así, pero no cabe duda de que para muchas puede convertirse en una excelente alternativa.
Por lo que es momento de empezar a tomar acciones y analizar si ésta es una estrategia adecuada para tu organización.
