Iniciativas de Vila se topan con un muro en el Congreso

El Gobernador se enfrenta a unos diputados colmilludos que alentarán los procesos

A diferencia de Legislaturas anteriores donde las bancadas de oposición se comportaban de manera responsable ante las iniciativas del Ejecutivo o al menos existía voluntad política para darle prioridad a temas de interés general, en esta ocasión Mauricio Vila Dosal se enfrenta a un Congreso con mucho colmillo, que maneja los tiempos políticos con pericia y a conveniencia.

Esta situación ha retrasado lo que sería el principal sello de la administración de Mauricio Vila, hablamos de las modificaciones al Código de la Administración Pública de Yucatán (CAPY), que busca entre otras cosas eficientar el gasto público a fin de que los recursos puedan ser ejercidos más en favor de la ciudadanía y menos en burocracia.

Ha pasado más de una semana desde que esta iniciativa llegó a la sede del Poder Legislativo, y después de que la bancada del blanquiazul ejerciera presión, lograron que la iniciativa llegara a comisiones para su análisis, sin embargo el proceso parece será lento, y esto obstaculiza al nuevo gobierno que a casi un mes de haber tomado protesta sigue sin poder desempacar.

El discurso sobre ser una oposición responsable y constructiva, ha quedado atrás, para el PRI el Congreso del Estado es la única esfera de poder desde donde pueden ejercer fuerza en el estado, el último bastión, y como diría un famoso político priísta, “la política es fondo y forma”, es decir, hay materia y substancia detrás de cada decisión. ¿Qué motiva a los priístas a retrasar las modificaciones al CAPY?, hay que señalar que el tricolor cuenta con todo el aparato de asesoramiento legislativo, la Secretaría General del Congreso que es afín al partido, para buscar dentro del marco de la ley que el tema vaya lento.

¿Tendrá algo que ver el incremento de presupuesto del Congreso del Estado? una acción que por cierto contrasta con la política de austeridad del nuevo Gobierno del Estado y la visión que pretende implantar el Presidente Electo, incluso con legislaturas anteriores donde por tres periodos se mantuvo el mismo presupuesto a pesar del cambio de edificio. Ojalá que esto no se convierta en una moneda de cambio, pues la lectura para la ciudadanía sería muy penosa: una oposición irresponsable, una oposición de ultranza.

Siempre se ha dicho que el Congreso del Estado es la caja de resonancia de la política en el Estado, y es cierto, sin embargo, los ciudadanos están esperando que las distintas fuerzas políticas sean capaces de trabajar más allá de sus diferencias y conveniencias. A los ciudadanos no les interesa las estrategias de cada partido político, esperan más bien, que los poderes del estado y sus fuerzas políticas se comporten a la altura y sean capaces de buscar ante todo el bienestar de Yucatán. El mensaje enviado por los ciudadanos el 1 de julio es claro, y quienes no lo hayan entendido estarán destinados al fracaso. Esperemos que las fuerzas de oposición en el Congreso del Estado entiendan que deber ser agentes coadyuvantes del desarrollo, y que se comporten como una oposición constructiva, que mucho lo necesita Yucatán.

Texto: Viviana Rivera
Foto: Cortesía

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