Inseguridad puede ser factor preocupante en el turismo

Aunque la percepción de inseguridad en Mérida se mantiene como la más baja a nivel nacional –de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana-, los violentos hechos recientes registrados en el vecino estado de Quintana Roo prenden focos amarillos de alerta y generan zozobra entre prestadores de servicios turísticos en la capital yucateca.

Las balaceras registradas en los últimos días en los polos turísticos de Cancún y Playa del Carmen han causado resquemor entre los “turisteros” del primer cuadro de la capital yucateca.

Gabriel Jiménez, trabajador de un restaurante ubicado frente a la Plaza Grande comenta que la inseguridad puede ser un factor preocupante que aleje a los turistas de la región. Preocupación que se agrava por la importancia que tiene Quintana Roo en materia turística y porque muchos de los visitantes a la Rivera Maya y Cancún también acuden a los destinos turísticos de Yucatán, comentó.

Al respecto, Ernesto Herrera Novelo, secretario de Fomento Económico (Sefoe), afirmó que la inversión que realizan las autoridades en materia de tecnología y equipamiento policial, como parte del Escudo Yucatán, permiten tener mejores condiciones para mantener el estado de derecho en la entidad y seguir promoviendo la llegada de divisas del extranjero.

Esta semana, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) publicó los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana en dónde a nivel nacional 74.1% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro.

No obstante, Mérida fue la ciudad con menor percepción de inseguridad con 33.8%. Otras ciudades consideradas seguras fueron Puerto Vallarta (40.5%), Durango (42.2%), Tepic (44%) y Piedras Negras (47%).

El estudio que realiza de forma trimestral el Inegi explica que la sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población sobre la seguridad pública se generan por la influencia de diversos factores: atestiguación de conductas delictivas o antisociales que ocurren en el entorno donde se desenvuelve la población; asimismo, el temor al delito puede hacer cambiar las rutinas o hábitos de la población, así como la percepción que se tiene sobre el desempeño de la policía.

Durante el cuarto trimestre de 2016, la proporción de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda fueron: consumo de alcohol en las calles (66%), robos o asaltos (65.6%), vandalismo (51.4%), venta o consumo de drogas (42.3%), bandas violentas o pandillerismo (34.7%)

En Mérida, se estima que el 37 por ciento de los ciudadanos perciben la existencia de conflictos y conductas antisociales que pueden perturbar la paz pública.

 

José Villegas

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