Inversionistas extranjeros no confían en AMLO

Los extranjeros han comenzado a sacar sus inversiones en deuda emitida por el gobierno federal, debido a la pérdida de confianza en la administración de Andrés Manuel López Obrador y la expectativa de que el Banco de México (Banxico) recorte las tasas de interés.

Cifras del banco central indican que los valores gubernamentales en manos de inversionistas foráneos sumaron 2 billones 112 mil millones de pesos al 9 de julio, siendo la menor cantidad de deuda en su posesión desde el 14 de diciembre del año pasado.

La pérdida de confianza de los inversionistas se refleja en el retiro de 162 mil millones de pesos frente al máximo histórico de 2 billones 274 mil millones en deuda gubernamental que los extranjeros tenían el 8 de febrero pasado. para lo cual es necesario un plan de negocios claro y creíble, una estrategia de mediano y largo plazo enfocada en la generación de valor y que mejore el acceso de la empresa a los mercados financieros.

“Los inversionistas ya están empezando a ponerse nerviosos y en la medida que perciban mayor riesgo, puede que veamos más ventas de papel del gobierno y que suba la tasa de interés de los bonos”, explicó Ernesto O’Farrill, director general de Bursamétrica Casa de Bolsa.

Pese a decisiones como la cancelación del aeropuerto en Texcoco, López Obrador había generado confianza entre inversionistas en los primeros meses de su gobierno, al presentar un presupuesto público sensato que redujo el miedo de inestabilidad financiera en México.

Esta confianza se manifestó cuando el actual gobierno colocó su primer bono en dólares a mediados de enero, cuyo plazo fue a 10 años por 2 mil millones, operación que reportó un apetito de cuatro veces el monto emitido y contó con la participación de 320 inversionistas institucionales de América, Europa, Asia y Medio Oriente.

Sin embargo, López Obrador ha comenzado a perder el respaldo de inversionistas, tras la degradación en las calificaciones crediticias del gobierno, Pemex y CFE, así como por la posibilidad de reducciones adicionales por parte de las principales agencias Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s, situación que hace más vulnerables a las finanzas públicas.

Ayer, UBS, el mayor banco de Suiza, recortó sus pronósticos de crecimiento de la economía mexicana de 1.2% a 0.5% para este año y de 1.9% a 1.3% para 2020.

Una economía más lenta señala que la recaudación de impuestos en el país será menor, aunque haya finanzas públicas superavitarias.

En particular, los extranjeros están sacando sus inversiones de Cetes, considerados los activos más fáciles de intercambiar por dinero. Al 9 de julio tenían 200 mil millones de pesos, la menor cantidad desde el 1 de marzo de 2018.

Texto y foto: El Universal

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