Italia muestra el temple en penales y gana la Eurocopa

El portero Gianluigi Donnaruma se pone la capa de héroe al atajar 2 balones para que los italianos ganen su segundo título: 3-2 marcador final

Los penaltis, el mayor enemigo de la historia reciente de la Selección de Inglaterra, castigaron a una escuadra y alzaron el vuelo de Italia, que gana la segunda Eurocopa de su historia y se encumbra ante la afición de Wembley, 1-1 en tiempo regular y 3-2 en penales.

La mezquina postura inglesa, desatada desde el gol de Luke Shaw en el minuto 2, fue castigada por los dioses del fútbol en los penaltis, después de que Leonardo Bonucci lograra el empate y mandara el encuentro a la prórroga. En los lanzamientos, Gianluigi Donnaruma se vistió de héroe, paró dos penaltis y entonó el himno italiano en el templo inglés.

La primera Eurocopa para Italia desde 1968, la que le niega la gloria a Inglaterra 55 años después de su último título internacional, en una final que empezó prometiendo locura y acabó por todo lo alto.

No había otra manera de acabar la Eurocopa más loca de todas que con el gol más rápido de la historia de las finales. Menos de dos minutos tardó Inglaterra en enrabietar a su hinchada, loca por pegar saltos, quitarse la camiseta y celebrar algo 55 años después.

Menos de dos minutos tardó el plan de Gareth Southgate en funcionar. Su defensa de tres centrales cobró sentido cuando Kieran Trippier, el carrilero, recibió la pelota en la esquina del área y puso un centro preciso al segundo palo. Giovanni Di Lorenzo se lo comió completamente y Shaw apareció desde atrás para acomodar la pelota con el interior junto al palo. Una definición exquisita, que lograba su primer tanto con la selección en el mejor momento posible.

PENALES

Esta vez no hubo trilero Chiellini. Se lanzó en el lado de la afición inglesa, pero empezó anotando Domenico Berardi. Replicó Harry Kane y erró Andrea Belotti. No falló Harry Maguire. 2-1 para Inglaterra y toda la presión del mundo para Italia. Bonucci asumió el mando y no decepcionó, a diferencia de un Marcus Rashford que salió exclusivamente para los penaltis y tiró el suyo al palo. 2-2. Vuelta a empezar.

Federico Bernasdeschi lo dejó todo listo para la gloria italiana, cuando Sancho se encontró con la primera gran estirada de Gianluigi Donnaruma. Pero Jorginho le dio emoción, Pickford le sacó el penalti de la victoria. Una alegría efímera, porque Donnaruma, impertérrito, frenó a Saka y mandó la copa a Roma.

Texto y foto: Agencias / EFE

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