El regreso a los escenarios políticos locales el pasado 9 de enero de la exgobernadora por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ivonne Ortega Pacheco, enmarca una polarización de las reacciones, tanto al interior de su instituto político como en la sociedad en general.
En su carrera declarada para dirigir el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de su partido, en donde, según algunos medios nacionales, cuenta con la preferencia en las encuestas, pesan el recuerdo de obras inconclusas, endeudamiento y banca rota del Isstey, que han salido al tema en recientes fechas.
Apenas el pasado 15 de enero, en la toma de protesta del dirigente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (Imef), Francisco Álvarez Cuevas, quien refrendó un nuevo periodo al mando de este organismo en Yucatán, criticó fuertemente una de las polémicas obras de la dzemuleña.
Dijo, en su toma de protesta, que el Gran Museo del Mundo Maya (GMMM) representa un gasto para los yucatecos de 320 millones de pesos mensuales. Aseguró también que los yucatecos comenzamos a pagar por ese predio en 2012 más de 16.2 millones de pesos mensuales. Que para el 2017 se disparó a 248.4 mdp.
Al año el Gran Museo de Mundo Maya, inaugurado el lunes 24 de septiembre de 2012, a escasos días de que la exmandataria dejara el cargo, tiene un costo de 143 millones de pesos. La obra fue inaugurada sin haber sido finalizada.
De acuerdo con versiones de prensa, en comunicados oficiales, primero se consideró el gasto total de la obra en 410 millones de pesos, posteriormente se anunció que el costo quedaría en 510 millones y al final, se anunció con una inversión de presupuestaria de 800 millones de pesos.
Al día, de acuerdo con Cuenta Pública del Gobierno del Estado de Yucatán de 2015, los ingresos considerados por taquilla, renta de salas y venta de dulces ascendieron a poco más de 7.6 millones de pesos y los gastos a más de 221.1 millones de pesos y el pago de servicios por esa suma son para la empresa Promotora de Cultura Yaxché S.A. de C.V.
La obra corrió a cargo de esta misma promotora, de Carlos Hank González, hijo de Carlos Hank Rohn. A su vez, realizó el proyecto también inconcluso, en el municipio de Yaxcabá, del Palacio de la Civilización Maya.
Esta obra, que llegó a ser considerada en su momento lo que sería un “Disneylandia Maya”, tiene registro de colocación de la primera piedra el 21 de diciembre de 2009, con la anuencia de la entonces mandataria, que ya tenía dos años como gobernadora.
Voces en contra
Sus principales opositores, como Daniel Ávila Ruiz, comentaron que “han pasado más de nueve años desde que la exgobernadora fue hasta esos montes a poner una placa, el cual daba inicio al nuevo Palacio de la Civilización Maya”.
“Así como en esta obra, hubo otras más que actualmente se encuentran en el abandono, lo que representa un desvío de recursos por millones de pesos”, aseguró Ávila Ruiz en sus sitios web oficiales.
Según registros de esta misma fuente, se invirtieron en la obra 500 millones de pesos, la cual luce hoy como obra negra.
Otro fue el Hospital General de Ticul, para el cual se destinarían mil 173 millones de pesos y también hubo una ceremonia de colocación de primera piedra y, simplemente, al igual que la anterior, no se concretó.
Otra detractora de la aspirante a la presidencia nacional del PRI, Sofía Castro Romero, expanista y hoy integrante del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), acusó a Ortega Pacheco por el presunto desvío de recursos al interior del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey), al llevarlo a la quiebra por dos mil millones de pesos.
Lo anterior, en un artículo de opinión que Castro Romero publicó en un medio local. Poco tiempo después, en enero de 2011, en funciones como legislador, el actual alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, presentó una solicitud a la Unidad de Transparencia del Gobierno del Estado de información sobre la deuda de mil 300 millones de pesos que en ese entonces “arrastraba” el instituto.
Texto: Iván Duarte
Fotos: Archivo
