Para la figura mexicana, lo más importante es llevarse el cariño y la ovación del público que abarrota la Plaza de Toros Mérida, en lo que fue un mano a mano con José Mauricio durante la temporada número cinco
Aunque la polémica se apoderó del ruedo, Joselito Adame logró cortar una oreja en su corrida número 500, aunque para él lo más importante fue llevarse el cariño y la ovación del público que abarrotó la Plaza de Toros Mérida, en lo que fue un mano a mano con José Mauricio durante la temporada número cinco.
Previo en su encuentro número 38, de las cuales seis las enfrentó con Eulalio López Díaz, mejor conocido como “Zotoluco”, la figura mexicana consentida de Mérida, develó una placa donde la afición de Mérida le rinde un homenaje.
Mientras lo anterior ocurría, las gradas de la Monumental Mérida ya esperaban el mano a mano con José María, quien en una plática previa con Peninsular Punto Medio se dijo contento de pisar el coso taurino en su debut como matador. “Con mucho ánimo de que todo salga bien y que la gente se vaya contenta”, expresó.
Fue el primero en abrir plaza al enfrentarse a “Chilo”, un toro de 500 gramos, llevándose aplausos de los asistentes quienes pedían una oreja para el torero; sin embargo, la exigencia de juez jugó en su contra negándole la oreja. Los chiflidos de la afición no se hicieron esperar.
Llegó el turno de “Chatarrero”, quien fue esperado por Joselito para cortar su primera oreja de la tarde, no así con “Chacharero”, donde la polémica también se hizo presente al no llevarse la oreja, a pesar de que el público lo exigía.
“Es un público que me ha recibido, pero por encima de eso no me gustaría meterme en esas historias. La gente lo solicitaba, pero no es la primera ni la última vez que me pasa”, compartió tras el altercado con el juez de plaza.
“Chaflán” fue el último ejemplar al que se enfrentó con torería y disposición, saludando al capotero. Sus 495 kilogramos y su color marrón se impusieron ante el oriundo de Aguascalientes.
El único incidente de la corrida fue una herida superficial que sufrió José Mauricio, que al parecer le afectó un vaso, pero nada de gravedad. Fue atendido por el doctor Luis Navarrete.
Texto y foto: Jesús Gómez
