Yaelvi Naomi ya no tiene que ver con tanta atención los labios de su mamá como estaba acostumbrada: te escucho, le dice
OXKUTZCAB.- La pequeña Yaelvi Naomi ya no tuvo que mirar demasiado los labios de su mamá como está acostumbrada y emocionada dijo “te escucho mamá”, luego que le colocaron sus dispositivos auditivos.
La niña resultó una de las 16 personas beneficiadas de Oxkutzcab, que recibieron estos aparatos de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública del Estado de Yucatán (Apbpy) para que mejoren su audición.
Algo que quizás para muchos es algo normal u ordinario es escuchar los sonidos del exterior, de los pájaros en la mañana, la voz de las personas y sobre todo de los seres queridos que muchos no lo valoran en la dimensión que debería ser.
Encabezó la entrega de dispositivos Zhazil Méndez Hernández, titular de la Apbpy.
Hace unos días en el auditorio de Tekax del Centro de Convenciones Ricardo Palmerín Pavía fue la sede de entrega de los dispositivos auditivos en la cual fueron beneficiadas 16 personas de Oxkutzcab y sus comisarías.
La directora del DIF municipal, Rubí Santamaría, acompañó a los beneficiarios en transporte proporcionado por el ayuntamiento hasta Tekax, manteniendo las medidas de prevención de salud, el uso de cubrebocas para que 7 personas de la cabecera municipal, 2 de la comisaría de Xpotoit, 3 de Yaxachén, incluida la niña Ayelvi Naomi, 1 de HuntoChac y 3 de Xul, sumando un total de 16 beneficiarios de este noble programa y que forman parte de la primera parte que recibió esta ayuda.
El coordinador del programa en el municipio es Freddy Villareal Miss, quien realizó gestiones para que más personas que necesitan algún tipo de ayuda puedan recibir alguna prótesis, dispositivo auditivo, andaderas, sillas de rueda entre otros.
A los papás de los beneficiarios se les dio las indicaciones para el uso de estos aparatos, la manera adecuada para colocarlos, abrir la tapa del compartimento de la batería para dejar que se evapore la humedad, evitar que se golpeen o caídas, entre otros.
Texto y fotos: Bernardino Paz Celis
