La aventura que inicia

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

Hace unas semanas, el club español Villarreal Femenino confirmó la contratación de la futbolista mexicana Rubí Soto proveniente de Chivas Femenil, iniciando así un precedente para las demás jugadoras de la Liga MX Femenil.

La joven de 24 años inició su historia en el futbol cuando a penas cumplía 15, tras la posibilidad de olvidarlo y dedicarse a otra cosa fue gracias a su familia que retomó su sueño, proponiéndose llegar hasta lo más lejos que le llevara y vaya que así ha sido.

Después de su debut en el 2018, Rubí se despide de Chivas como la máxima goleadora de su club, pero más allá de los goles y del talento, hay que admirar la humildad y disciplina de esta futbolista. Es necesario que apoyemos a las jugadoras mexicanas, que hablemos de sus hazañas. Esta noticia debe resonar como la de cualquier otro fichaje que ha dado el futbol mexicano al extranjero.

Lamentablemente las historias no son sólo momentos felices, a comienzos del mes de junio se anunció el fallecimiento de la madre de Rubí Soto, suceso al que hizo referencia al mencionar, entre lagrimas, al ángel que la cuida desde arriba durante la rueda de prensa que anunciaba su traspaso al club español.

La aventura a penas comienza para Rubí, que se encontrará con un estilo diferente de futbol y un mayor nivel de competencia entre los clubes españoles, incluso podrá enfrentar a sus compatriotas Charlyn Corral, Kenti Robles y Kiana Palacios, además de que este nuevo comienzo también podría significar un llamado a la selección nacional mexicana.

Y es que sabemos que ya hay futbolistas mexicanas que militan en clubes del extranjero, lo importante aquí es que la nueva jugadora del Villarreal lo hace proveniente de la Liga Femenil, algo que no podemos dejar de lado, porque tras 3 años de su creación parece ser que esta liga comienza a dar verdadera proyección a sus deportistas.

El reconocimiento también es para Chivas Femenil y Amaury Vergara, que han apoyado a la futbolista en todo momento para su aventura europea; esto es lo que deben ser los clubes, espacios para que se forjen las jugadoras y saber el momento preciso para dejarlas ir y que continúen con ese crecimiento que anhelan.

Rubí se va, pero sus goles, su pasión y, sobre todo, su ejemplo, se quedan para todas esas jóvenes mexicanas que conforman la Liga MX Femenil y que ahora saben que los sueños sí se pueden realizar.

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